La noche de este miércoles, Cerro Porteño recibe a Barcelona SC, en duelo de la primera jornada del grupo C de la Copa Libertadores de América.
La última vez que los canarios visitaron al mismo rival salieron victoriosos de Asunción al golear 4-0, en 2020, lo que le permitió clasificar a la fase de grupos del certamen continental.
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Pero ese mal recuerdo no es el único que existe para los de Barrio Obrero, puesto que los toreros también acabaron con el sueño de que clasifiquen a una final de la Copa.
La prensa paraguaya recuerda que en 1998, Barcelona, mediante la vía de los penales, dio cuenta de Cerro Porteño, teniendo como figura al portero José Cevallos y que le permitió clasificar, por segunda vez en su historia, a la instancia definitoria.
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Y en la misma, un exjugador del Ciclón fue protagonista: el volante Gustavo Sotelo, que esa temporada reforzó a los amarillos.
“Era el 22 de julio de 1998, había perdido 1-0 con Barcelona una semana atrás. El resultado era remontable. Y lo fue porque en 22 minutos, en un estadio Defensores del Chaco repleto, Fabián Caballero y Juan Ángel Paredes remontaban el global y ubicaban al Ciclón en su primera final internacional. Pero el destino tenía guardado un momento impensado...”, dice una nota de diario ABC de Asunción.
“Gustavo Sotelo había debutado en el Azulgrana en 1985. Emigró a Deportivo Cali en 1991 y un par de años después retornó al fútbol paraguayo y fichó por Olimpia. Aunque después vistió la camiseta del Cruzeiro de Brasil y tuvo un paso por Guaraní, la llegada al tradicional rival a comienzos de los noventa quedó marcada en el hincha azulgrana”, añadió.
El rotativo recordó que había la posibilidad de que Sotelo no actúe en ese partido, sin embargo, fue uno de los verdugos de los de Asunción.
“Por eso y aunque el tiempo ya había pasado y Sotelo había aterrizado en Barcelona de Guayaquil, el ingreso al campo de juego en la previa de un partido que ni siquiera iba a jugar, no pasó desapercibido. Junto al resto del plantel, el paraguayo realizó el reconocimiento del estadio de Sajonia y mientras pisaba el césped, fue abucheado por la multitud”, dice.
“Era la revancha de las semifinales de la Copa Libertadores. Sotelo estaba fuera por lesión, sufría pubalgia, pero los silbidos y los gritos cambiaron la historia. El mediapunta pidió al técnico para estar en el banco, ingresó en el segundo tiempo, dio la asistencia para el descuento a los 73 minutos y celebró el pase a la final después de la victoria 4-3 a través de la tanda de penales”, agregó el diario.
Sobre este compromiso, Sotelo, hoy retirado del fútbol, recordó lo acontecido aquel día y reconoció que le molestó las pifias que recibió de los hinchas de Cerro Porteño.
“Vine simplemente a saludar a mi gente y a acompañar al plantel del Barcelona. Venía de una lesión de pubalgia que me imposibilitó trabajar por dos semanas. Yo entro a hacer el reconocimiento con mis compañeros y la gente de Cerro empieza a corear mi nombre de mala manera en los cuatro costados”, contó Sotelo.
“Es ahí donde le pido al técnico (Rubén Darío Insúa) que me ponga en el banco. El revió la situación y pude estar”, explicó el ahora entrenador del Guaraní Femenino. “No fueron silbidos únicamente. Corearon mi nombre de mala forma y eso duele. Con todo el dolor y las molestias que tenía jugué infiltrado y entré a hacer un buen partido y pasamos a la final de la Copa Libertadores”, concluyó. (D)