Una postal insólita que quedará como recuerdo de este Mundial de Clubes para el fútbol italiano se vivió en la Casa Blanca. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió a una delegación de la Juventus compuesta por el dueño John Elkann, el técnico Igor Tudor, el CEO Maurizio Scanavino, el director general Damien Comolli, el estratega Giorgio Chiellini y los jugadores Weston McKennie, Timothy Weah, Manuel Locatelli, Federico Gatti, Teun Koopmeiners y Dusan Vlahovic.

La visita, a pocas horas del debut ante Al Ain, incluyó la entrega simbólica de una camiseta bianconera con el dorsal 47. También estuvo presente Gianni Infantino, presidente de la FIFA.

Pero la escena tomó otro rumbo minutos después cuando Trump convocó una rueda de prensa en la misma oficina mientras los futbolistas aún permanecían ahí. El mandatario empezó a hablar sobre la tensa relación con Irán y no esquivó palabras fuertes: “Todavía no he decidido si atacaremos a Irán. Un cambio de régimen podría ocurrir. Veremos”.

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En medio de la incomodidad del momento, Trump también le preguntó a Infantino por la asistencia al Audi Field (“Está todo vendido, ¿cierto?”) y lanzó otra de sus frases polémicas al mirar al grupo de jugadores y soltar: “¿Ustedes dejarían jugar a mujeres en su equipo?”.

Comolli le respondió que la Juve ya cuenta con un equipo femenino competitivo. La respuesta, sin perder la compostura, fue suficiente para que el expresidente rematara con su estilo: “Claro, ¡y me imagino que no juegan con ustedes! Bueno, veo que son diplomáticos...”. (D)