23, como el número que lleva en la espalda. Esa fue la cantidad de días que Luis Díaz necesitó para conseguir su primer título en el Liverpool. La Carabao Cup fue el premio para el buen arranque que el colombiano ha tenido en su nuevo club y en el que tiempo de adaptación -se puede decir entre comillas- “no hubo”.

Cada vez que un jugador llega a un nuevo equipo se habla de la prudencia que tiene que haber mientras se acomoda a las nuevas condiciones de juego y de los temas comunes de la vida cuando se trata de cambiar de cultura e idioma. El guajiro desembarcó en Anfield en medio de un ambiente mágico y empezó a rendir de inmediato, publica diario Marca de España.

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El Guajiro ha sido un elemento importante para que, en menos de un mes, el Liverpool esté soñando en grande: está vivo en la quinta ronda de la FA Cup, tiene ya media serie en el bolsillo ante el Inter de Milán en la UEFA Europa League y, con un partido menos, está a seis puntos del Manchester City en la lucha por el liderato de la Premier.

Pero lo que más ilusiona es precisamente el tema del tiempo de adaptación. Si Luis Díaz está en medio de ese proceso, lo que puede lograr cuando esté totalmente afianzado.

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El temor por el puesto que iba a tener dentro de la plantilla ante tantos jugadores de ataque que compiten por un puesto ha quedado atrás. El proyecto de Jurgen Klopp ya lo tiene como una joya especial para los objetivos más importantes.

El combo completo vendría si esa categoría de Luis Díaz logra sacar a la selección Colombia de la situación tan adversa en que se encuentra. Dependiente de otros resultados, la Tricolor se va a jugar sus últimas chances en la eliminatoria sudamericana.

Lastimosamente, el Guajiro es un tremendo jugador de equipo que podrá tirar del carro hasta un punto en el que la disfuncionalidad grupal y la falta de contundencia de los compañeros no le hagan perder brillo. (D)