Águilas Doradas presentó, el miércoles, oficialmente a César Farías como su nuevo director técnico. El equipo de Rionegro viene de un gran desempeño en la Liga colombiana y ahora se enfoca en la segunda mitad del año con el objetivo de mejorar lo hecho este semestre y festejar el primer título de su historia.

Farías fue despedido de Aucas de Quito el 15 de junio por agredir a dos futbolistas del Delfín durante un partido y eso le costó catorce meses de suspensión.

Publicidad

Uno de ellos tumbó al entrenador cerca al banco de suplentes. El venezolano se levantó y repartió puños y patadas que alcanzaron a dos jugadores.

Aunque ofreció disculpas públicas, el cuadro cesó al único entrenador con el que ha conquistado la liga ecuatoriana, en 2022.

Publicidad

En su presentación con Águilas Doradas, Farías aseguró que esa no fue la imagen que quiso dejar en Ecuador.

“En el plano social asumí mi responsabilidad de la reacción que tuve ante un impacto y que lógicamente quedé aturdido, como lo he explicado en cada una de mis entrevistas y en las disculpas públicas que le di a la sociedad ecuatoriana”, dijo el estratega.

“Me he convertido en un entrenador que genera sensaciones, para algunos positivas y para otros negativas. He visto otros actos mucho más duros, como la confrontación entre México y Estados Unidos, que no han sido tan publicitadas o se han utilizado de otra manera. Eso no significa que me esté justificando, porque no la tiene, más allá de que el fútbol es un deporte que genera esas sensaciones”, añadió.

El exentrenador de las selecciones de Venezuela y Bolivia insistió en sus disculpas y espera que lo ocurrido en Ecuador no se repita en su nuevo club.

“Psicológicamente, soy un hombre muy estable, me gusta la competencia, me entreno de lleno en los equipos que estoy y después tengo muchas cosas por decir. He dirigido 215 partidos internacionales y no he recibido ninguna suspensión. Pero eso queda en el pasado como todas las cosas negativas que pueda vivir un ser humano. Debo asumirlo con responsabilidad y con el criterio necesario para que no se repita”, precisó.

“No lesioné a nadie, las imágenes están sacadas de contexto, no es justificable, lo repito, pero yo no soy un delincuente, jamás he usado un arma, jamás he estado preso, jamás he infringido la ley y sé que mi actuación no fue la correcta, espero que el fútbol colombiano pueda aprovechar toda la experiencia que he ido acumulando con los años”, concluyó. (D)