Un partido caliente pese al sistema de refrigeración del Allegiant Stadium de Las Vegas, sin margen para el error, y el talento de 17 años y 53 días Kendry Páez aparece para ejecutar con frialdad un penalti.
¿El secreto?
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“Cero nervios”, declaró con desparpajo a periodistas el creativo formado en Independiente del Valle que tiene atada su carrera al Chelsea.
“Estoy muy contento porque sigo rompiendo récords y eso es fundamental para mí”, expresó el mediapunta, ya habitual en el once titular de la selección ecuatoriana, y quien hoy se convirtió en el goleador más joven en la Copa América en el siglo XXI.
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“El penalti lo tomé con cero nervios. Sabía lo que significaba y gracias a Dios se dio el gol”, manifestó Páez, quien sobre el final del primer tiempo amplió la ventaja a 2-0 del partido que terminó 3-1.
El guayaquileño también hizo historia el sábado pasado contra Venezuela al convertirse en el debutante más joven en la Copa América en este siglo. (D)