El Porto, segundo en la clasificación portuguesa, tuvo que conformarse con cerrar un 2-2 ante el modesto Boavista, liderado por el ecuatoriano Jackson Porozo y el hondureño Alberth Elis, ambos implacables en un partido cuesta arriba para los dragones.

El derbi norteño era el plato fuerte del día en Portugal, enfrentando a un Porto que tenía en la cabeza la cita de octavos de Champions contra el Juventus de Turín, el próximo 17 de febrero y poco centrado ante un conjunto que llegaba al encuentro en condición de colista.

Y esa desatención, así como los problemas para encontrar el ritmo de las últimas jornadas, se mostraron con total crudeza desde el primer minuto ante el Boavista de Jesualdo Ferreira, que no echó de menos al exbético Javi García, que no figuraba en el once inicial por expulsión.

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Porozo abrió el marcador en el minuto 8, con un cabezazo que remataba un saque desde la derecha de la portería.

El tanto dejó desconcertado al Porto, que aún vio dos nuevas ocasiones de peligro del Boavista antes del 30, aunque no sería hasta el tiempo agregado antes del descanso cuando la pesadilla del Oporto se confirmó por obra de Elis, con un limpio disparo.

Urgidos por la prisa, los dragones intentaron resarcirse en el minuto 54 con gol del iraní Taremi, al que se unió, de penalti, un tanto de Sergio Oliveira en el 82.

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Los nervios se impusieron en los últimos minutos del partido, y un error fatal del portero del Boavista, Leo Jardim, que -en lo que intentaba ser un despeje a un disparo de Francisco Conceição- acababa por provocar que el balón entrara en su propia red en el minuto 89, desatando la locura en el Oporto.

Pero el gol fue anulado por una mano de Evanilson que delató el VAR, dejando el resultado en un 2-2 que supo a victoria para los dragones. (D)