El fútbol y la música, dos pilares de la vida de David y Victoria Beckham, han sido inquebrantables fuentes de ingresos para esta icónica pareja de celebridades. A pesar de haberse retirado del terreno de juego y de que Victoria se dedique por completo al mundo de la moda, su imperio conocido como Brand Beckham ha experimentado un asombroso crecimiento.

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Este imperio ha logrado generar una impresionante cifra de 22 millones de euros ($ 23 millones) en beneficios anuales, una hazaña que no solo se atribuye a sus actividades relacionadas con el fútbol, la música y la moda. Sorprendentemente, una parte significativa de sus ganancias proviene de un ámbito inesperado: los perfumes, publica diario AS.

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Los perfumes de David y Victoria Beckham se han convertido en una piedra angular de su marca, haciendo su entrada en la industria en 2005 con el lanzamiento de Instinct for Men.

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Sin embargo, este no fue su único intento, ya que en 2010 presentaron Intimately Yours, con el objetivo de capturar la esencia de su pasión y el poder de su relación, un anuncio protagonizado por ambos.

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A estos se han sumado otras fragancias exclusivamente diseñadas por Victoria, como Porfino ‘97, Suite 302 y San Ysidro Drive, cada una evocando diferentes momentos de la vida de la cantante y empresaria junto con David y su familia.

Cabe mencionar que David y Victoria no fueron los pioneros en esta industria, ya que la legendaria Sophia Loren allanó el camino en 1981 con su fragancia Sophia.

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Posteriormente, otras celebridades —como Elizabeth Taylor, que alcanzó ventas por un valor de 1.500 millones de euros; Britney Spears, con su perfume Curious, que vendió 500 millones; y Beyoncé, que amasó 400 millones de euros con su fragancia Heat— se unieron al negocio de los perfumes.

En medio de este éxito, David Beckham tiene otro motivo de celebración. El próximo miércoles, 4 de octubre, marcará el lanzamiento de su nueva serie documental, Beckham, en Netflix.

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Este documental promete ofrecer una mirada única con imágenes nunca antes vistas, rastreando el ascenso meteórico de David Beckham, desde sus modestos inicios hasta la cima del fútbol mundial. (D)