La dirigencia de Universidad de Chile mostró su respaldo a su portero argentino nacionalizado ecuatoriano, Hernán Galíndez, con respecto a las amenazas de muerte que recibió en días pasados. Por ello, el departamento legal del club presentó una denuncia en el Ministerio Público de ese país.

“Está contento en la U, porque está en el club más grande de Chile y la hinchada es impresionante. Pero todo esto de las amenazas le ha generado mucha incomodidad”, dijo el fin de semana pasado Rodrigo Abadie, representante del jugador.

Al tiempo que agregó que el guardameta analizaba irse de la institución; sin embargo, este martes indicó que ha recibido el apoyo de todos y continuará en el equipo.

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“Lo que quiso decir mi representante es que, bueno, lo más importante es el bienestar de mi familia. Mi esposa se asustó un poco con lo que pasó, y no fue más que eso. Mi idea es quedarme en el club”, señaló Galíndez durante una rueda de prensa.

“Lo tengo que decir públicamente. Tanto cuando terminó el partido (del sábado ante Deportes La Serena) y fui el último en salir del campo de juego, recibí una cantidad de aplausos impresionante; o el apoyo en redes sociales, me pone muy feliz: me escribió cualquier cantidad de gente diciéndome que no me vaya, que me sienta apoyado”, añadió el arquero.

Durante la conversación con la prensa estuvo presente Jorge Arredondo, que es abogado del conjunto universitario, quien confirmó que se ha puesto la denuncia para que las autoridades chilenas investiguen el caso.

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“A Hernán se le quiere dar apoyo legal. Desde el club no toleramos este comportamiento. Ya interpusimos una denuncia y esperamos que se pueda pesquisar a los responsables”, manifestó el jurisconsulto.

Ante esto, el guardameta nacionalizado ecuatoriano insistió en que su idea es mantenerse en la entidad deportiva, en la que —según dijo— se “siente muy feliz”.

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“Estoy muy feliz en el club. Lo que más quiero es seguir entrenando, trabajando y siendo un aporte para seguir mejorando como grupo. Pero no me voy a ir de la U”, precisó.

“El primero que se me acercó fue Felipe Seymour, el capitán, que me brindó mi apoyo. Y todos, o la gran mayoría, se acercaron a decirme que no me vaya, y les aclaré que no es mi idea. Me sentí respaldado por la hinchada, los dirigentes y el club, que se pusieron a mi disposición para iniciar algo legal”, concluyó Galíndez. (D)