Apenas pasado el mediodía de este viernes, 5 de diciembre, sabremos la suerte de las selecciones en el sorteo del Mundial 2026. Los cabezas de serie están un poco más aliviados que el resto, aunque no del todo, pues el fútbol está extraordinariamente igualado y, además… es fútbol, cualquier cosa puede acontecer.

Recordemos que, en su debut en Sudáfrica 2010, España perdió con Suiza; Uruguay se inició en 2014 recibiendo una paliza de Costa Rica (3-1); Alemania se estrenó cayendo con México en 2018; y Argentina arrancó con una decepcionante derrota ante Arabia Saudita en Catar 2022.

Y todos eran cabezas de serie. De modo que tal condición no garantiza nada. Pero peor es estar en los bombos 2, 3 ó 4.

En ese contexto, por su meteórico ascenso en el concierto internacional, Ecuador ha accedido al escalafón 2. De modo que podría tocarle un grupo con uno de los tres anfitriones (Estados Unidos, México o Canadá) o con algún europeo.

Luego, con algún peligroso del bombo 3 (Noruega, Escocia, Túnez, Egipto, Costa de Marfil) y por último con otro europeo que surja del repechaje. Ese sería un escenario inquietante.

Algo está claro: aquel donde caiga Noruega será el grupo de la muerte. Otro tanto ocurre con Japón (18° del Ranking) y Marruecos (11°), dos fuerzas emergentes que ya no temen a nadie y tienen el poderío para vencer a cualquier potencia.

Electrocables Barraza

Una cuestión es segura: las capas de aproximan cada vez más y los de arriba ya no son tan poderosos, ejemplo Italia, Alemania, ni tan invencibles, caso Brasil.

En un momento determinado (¿por qué no en este Mundial…?) surgirá un nuevo campeón y diremos ¡la sorpresa del siglo…! Sin embargo, no deberá asombrarnos tanto. Pero dejemos que el bolillero haga su trabajo.

Más allá de copones, bombos y papelitos, nos preguntamos, a seis meses del Mundial: ¿para qué está Ecuador…?

El colega Sebastián Decker reprodujo en su cuenta de X una declaración del notable DT italiano Carlo Ancelotti, quien, consultado por los candidatos a ganar el Mundial, dio varios nombres de los habituales y, agregó: “¿Por qué no Ecuador…? Que tiene muy buenos jugadores”.

La publicación tenía hasta este jueves 100 comentarios. Todos de hinchas ecuatorianos. En lugar de sentirse halagados, sus mensajes fueron lapidarios.

“Cómo les venden humo... -escribió Erick C.- Confunden el tener buenos jugadores en los mejores equipos del mundo (sólo 3) con el hecho de supuestamente tener la mejor selección de la historia”.

Marlon Vásquez, otro tuitero, también es escéptico: “Ancelotti lo dice porque es una selección con buenos jugadores, pero no sabe que no tenemos entrenador”. Y la totalidad se despachó contra Sebastián Beccacece.

“Puedes tener todo el talento del mundo, pero si te dirige un tipo que piensa que hay que celebrar empates, pues muchas chances no tienes”, opina Kevin. “Con el técnico que tenemos, ni a la esquina…”, mensajeó Jorge Villacís.

“Porque no tenemos gol, entrenador ni juego. ¿Algo más…?”, ironiza Admirable. A su vez, Sergio es tan pesimista como los anteriores: “Con sólo empates será complicado. Ecuador no tiene delanteros top, ahí es donde falla, en medio campo y defensa está bien”.

Jaime Argudo alienta pocas esperanzas de cambio: “La hinchada sólo habla de Beccacece, pero ya no interesa porque es un hecho que dirigirá a Ecuador durante el Mundial y se sabe qué va a pasar…”

“Porque tiene un pésimo entrenador y en el Mundial seguro aparecerá algún Kevin Rodríguez (futura venta KFC) en la lista. Con esos manejos el destino es el fracaso”, se lamenta R. Eduardo.

“Superficialmente estamos para pelear algo, el problema viene cuando miras cinco minutos de partido y te quieres sacar los ojos con un tenedor”, sostiene @MousedeLiga. “Si con estos buenos jugadores no hacemos goles... ¿Se imaginan si tuviésemos malos jugadores…?”, pregunta Iván Morán.

Electrocables Barraza

“¿Cómo hay giles que creen que se puede llegar a cuartos, o peor, a semifinales…? Es el MUNDIAL, no el torneo del barrio. En más de 100 años pocas han sido las sorpresas.

Las potencias se han repartido el título, mientras más rápido lo entiendan, mejor”, participa Edwin Q. “Defensa y medio campo hay, pero la selección carece de jerarquía en el ataque”, agrega Jairo Delgado.

“Tienen hasta marzo para decidir si conviene llevar a Beccacece, porque en el papel esta selección tiene un enorme potencial, pero no lo ha reflejado últimamente... Ecuador será en este Mundial una de dos: o una gran sorpresa o una enorme decepción, no habrá punto medio”, vaticina José Pila.

“Dijo ¿por qué no Ecuador? como pudo haber dicho ¿por qué no cabo Verde?”, descree Sebasbombillo 88. “Dejemos de inflar el ego y creernos más de lo que ya somos. Paso a paso.

No vaya a ser que nos pase como a Colombia en el 94”, pide cautela @RoMaEP1975. “No son capaces de ganarle al peor México de su historia y ahora quieren vender a Ecuador como candidato o favorito. Jajajaja, sean serios…”, acota Hugo Armando. “De seguro Ancelotti no ha visto ninguno de los últimos partidos de la Tri”, señala Stalyn LB85.

“Ecuador es una selección molesta, que se puede cargar a una grande en eliminación directa, pero no es favorita, porque para eso tenés que contar con buenos delanteros. Ecuador no tiene gol”, analiza @aleaiactaest45.

“Para Beccacece, nosotros los ecuatorianos tenemos que estar felices con simplemente clasificar al Mundial”, se queja Rodrigo G. “Todos se dan cuenta que tenemos buenos jugadores menos nuestro DT. Jugamos a nada”, se lamenta Emiliano Donoso.

“Con ese juego no pasamos de los tres primeros partidos”, aventura Gabriel Noroña B.

Electrocables Barraza

Eso piensa la calle. En todos los foros es idéntico. A la gente le dicen “Beccace…” y ya le da una puntada al hígado. Y no es que el técnico lo haya hecho tan mal, pero su discurso grandilocuente choca contra la chatura del juego del equipo.

Lo curioso es que todos quienes comentaron el tuit tienen un denominador común: el pesimismo. Y lo achacan un 90% a Beccacece, un 5% a la falta de delanteros y otro 5% al presidente de la Federación, Francisco Egas.

El ciudadano de a pie no se enrosca con el discurso de la mayoría de los periodistas, que le cuenta grandezas: “Somos potencia”.

La gente sí confía en los jugadores, no en el técnico. Y no le gusta el proceso. Algo no le cierra al hincha. Es como que le venden una Ferrari, pero le entregan un Fiat 600.

Otro colega ecuatoriano, Esteban Ávila, escribió un valiente artículo en diario Expreso el 15 de noviembre pasado, titulado “Ecuador, el mito de la generación dorada”.

Comienza: “La selección ecuatoriana vive la ficción de la ‘generación dorada’, esa creencia generalizada de que la actual es la mejor camada de futbolistas de la historia, aunque la Tri dependa mucho de la capacidad y la buena estrella de un arquero nacionalizado de 38 años y de un único delantero de 35, quien terminará su carrera tras el Mundial y cuyo reemplazante no aparece”.

Seguramente en ningún otro país del mundo el periodismo deportivo utilice las estadísticas para disfrazar situaciones. Y en ello hace hincapié Ávila: “Un empate, ya habitual a estas alturas, reflejará en el marco de las estadísticas un invicto inédito.

Pero detrás del uso y abuso indiscriminado de números y porcentajes siempre acomodados a la narrativa, hay un equipo que no conecta con el público, incapaz de responder a las expectativas preconcebidas tras ese concepto de generación dorada”. (O)