La pandemia ya fue. Con ella desapareció el recato y la prudencia de los clubes en el gasto. Este mercado de pases veraniego en Europa está mostrando que lo que sobra en las grandes ligas es dinero y los equipos se refuerzan a mano suelta. Y no compran solamente los grandes; todos salen a llenar el carrito. Los entrenadores, grandes gurúes del fútbol actual, piden figuras, exigen. “¿Quieren títulos…? Denme refuerzos”. Esa es la consigna. Los técnicos que “se arreglan con lo que tienen” pertenecen al pasado porque saben que, si les va mal, son los primeros en ser despedidos. Por ello, buscan garantías. En ese contexto, hay decenas de transferencias, y el número aumentará significativamente, pues el plazo para fichar expira el 1 de septiembre, casi cuarenta días más, y hay muchas negociaciones abiertas. En los dos meses y medio que dura el receso del fútbol, el mercado es un espectáculo en sí mismo.