¿Le suena extraña la pregunta? ¿Se trata de una broma? Párele, amigo, que el tiempo no está para bromas. El desastre social que vivimos hoy en Ecuador, con una colectividad azotada por la descomposición moral y un deporte que, salvo unas cuantas entidades oficiales, es el espejo de esa descomposición, hace que cada línea sea escrita con el ceño fruncido y una angustia inevitable. No hay peor espectáculo que un inmoral queriendo moralizar. Es la reflexión que me nace al escuchar el ataque dirigido a Jorge Delgado Panchana, una gloria deportiva y un caballero de recta conducta.