Cuando estamos muy cerca de culminar el 2021 es preciso, como todos los años, hacer la revisión de lo más destacado del béisbol internacional. En las Grandes Ligas los Bravos de Atlanta ganaron la Serie Mundial luego de 26 años de sequía al doblegar con cuatro victorias y dos derrotas a los Astros de Houston, que sufrieron la falta de un cuerpo de lanzadores que les permitiera competir en igualdad de posibilidades.

Los favoritos de la cátedra se fueron quedando en el camino. La postemporada empezó con la guerra de los comodines, que tuvo intensos y dramáticos duelos por definirse en un solo encuentro. Por ejemplo, Medias Rojas de Boston eliminaron a los Yankees de Nueva York y los Dodgers de Los Ángeles vencieron a los Cardenales de San Luis, que llegaban con una racha de catorce victorias consecutivas.

En la etapa divisional los Medias Rojas dieron la primera sorpresa al superar a los poderosos Rays de Tampa Bay, en cuatro juegos. Los Astros blanquearon a los Medias Blancas de Chicago también en cuatro encuentros. En la otra llave, en la Liga Nacional, hubo un choque de trenes en el que los Gigantes de San Francisco, con la mejor campaña del año con 107 victorias, fueron eliminados por los Dodgers. Mientras, los Bravos dieron un primer aviso al eliminar 3-1 a los Cerveceros de Milwaukee.

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En la serie de campeonato de la Americana Houston exhibió su poder ofensivo para sacar de la competencia a Boston en seis desafíos. En tanto, los Bravos superaron a los Dodgers 4-2; en Los Ángeles hubo un desastroso manejo de los lanzadores por parte del mánager Dave Roberts. Con estos resultados llegaron al llamado Clásico de Octubre Houston y Atlanta. Fue un duelo entre el fuerte bateo de los Astros contra el mejor cuerpo de serpentineros de los Bravos y se cumplió la sentencia que dice que cuando llegan los lanzadores buenos y con mucho control, se terminan los bateadores rivales. Los pitchers texanos no soportaron el trajín y desgaste final y cayeron en seis juegos.

El Jugador Más Valioso de la Serie Mundial fue designado el bateador Jorge Soler. En el choque final el cubano disparó jonrón de tres carreras, determinante para la conquista de Atlanta, que nos hizo recordar aquel equipo de los años 90 liderados desde la loma por tres estrellas: Greg Maddux Tom Glavine y John Smoltz.

Más eventos para recordar

En otro ámbito se jugó la edición número 63 de la Serie del Caribe, certamen de corta duración porque algunos de los beisbolistas debían presentarse en los campos de entrenamientos de las Mayores. El equipo Águilas Cibaeñas, de República Dominicana, fue campeón tras doblegar a los Criollos de Caguas, de Puerto Rico. Las siguientes ubicaciones fueron para los anfitriones, Tomateros de Culiacán; de México; Federales de Chiriquí, de Panamá; Caribes de Anzoátegui, de Venezuela; y Caimanes de Barranquilla, Colombia.

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Por segundo año consecutivo no le permitieron participar en la Serie del Caribe a Cuba, por la falta de visas. Resulta inexplicable que quienes fueron fundadores del torneo, anfitriones de la primera edición y grandes animadores de la competencia no puedan jugar. Este campeonato tiene el apoyo de la MLB y uno de los requisitos para intervenir es que cada país tenga un torneo nacional profesional, lo que fue bloqueado desde la llegada de Fidel Castro al poder. Al principio, bajo el régimen actual, el béisbol isleño ganó torneos centroamericanos, panamericanos, mundiales, olímpicos, pero cuando sus peloteros empezaron a desertar bajó la calidad de sus combinados. Además, los que abandonaron Cuba no pueden volver a ser parte de la selección nacional.

Es tan grave el descenso de nivel que Tokio 2020 fue la primera ausencia del béisbol cubano en Juegos Olímpicos; no pasaron de la fase clasificatoria, en Florida. La medalla de oro fue para Japón, que derrotó en la final 2-0 a Estados Unidos. República Dominicana se quedó con el bronce al superar a Corea del Sur 10-6.

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Venezuela brilló al conquistar el Mundial sub-23 gracias a una blanqueada 4-0 a México. La sorpresa fue Colombia, que dominó 5-3 a Cuba, que estuvo debilitada por la deserción de once peloteros. (O)