Lionel Messi subió al fin a los altares, Cristiano Ronaldo se apresta a ir al fútbol de Arabia, sintiéndose defraudado con su agente, Jorge Mendes, al que culpa de no encontrarle un destino a su gusto. Pero ¿qué destino a su gusto puede haber ya? Los años pasan, no es que fue, su línea de 50 goles fue disminuyendo y ahora no podría ofrecer un número de goles que aunque menor justificase sus pretensiones económicas y sus liberalidades tácticas.