Una marea amarilla compuesta por miles y miles avanza por las calles de Dortmund. Es conmovedor. Van felices y expectantes, pero sin hacer bochinche, quizás por prudencia. Generan poco más que un zumbido. Desde el aire se ve como un gigantesco, largo y robusto gusano amarillo que avanza por la octava ciudad más grande de Alemania. Es la siempre numerosa y fiel hinchada del Borussia que se encamina hacia el estadio, el Westfalenstadion, inaugurado para el Mundial de 1974; ahora, por razones de patrocinio, intitulado Signal Iduna Park. Que se llena con 81.365 fanes desde hace décadas en cada partido. Por eso es famoso el Borussia. Hoy más que nunca porque ha llegado el día. Por fin, hoy volverán a gritar campeones, ¡campeones de Alemania…!