“Cinco de los quince artículos más leídos son de deportes, y cuatro de ellos sobre Messi”. Lo contaba Andre Fernández, editor de El Nuevo Herald y The Miami Herald, los diarios hermanos de la península de la Florida. El debut de Messi con su cinematográfico gol de tiro libre en el minuto 94 batió todos los registros de audiencia: 12,5 millones de personas lo palpitaron frente a la computadora. El partido de fútbol más visto en la historia de Estados Unidos. Conste que Messi está encapsulado: por primera vez la Major League Soccer no va por TV abierta a través de los gigantes CBS, ABC o NBC, Univisión o Telemundo ni por las cadenas internacionales de deportes como ESPN, Fox Sports, DirecTV. Apple hizo una apuesta fuerte, se quedó con los derechos de transmisión y quien quiera ver los juegos debe abonarse al canal del coloso tecnológico. Esto, obviamente, resta espectadores. Por una señal abierta aquel número tal vez se hubiese triplicado. En Apple corre el champán, desde el desembarco de Messi cientos de miles de nuevos abonados pagan los 8 dólares mensuales para tener acceso a la magia de Lionel. Y lo notable es que no son solo de Estados Unidos, hay muchos del resto del mundo.