Buenas noticias para el deporte nacional en esta semana que termina. La prensa destacó las victorias de deportistas ecuatorianos en el exterior, pero no ahondó en las peripecias de nuestras campeonas y la vergüenza que han debido pasar Génesis Reasco y Lucía Yépez en el Mundial de Lucha celebrado en Croacia. En otro ámbito, la marchista Paola Torres obtuvo, el 12 de septiembre pasado, una medalla de bronce en los 35 kilómetros marcha en el Mundial de Atletismo celebrado en Tokio.
Parece que todo fuera un edén en el deporte de Ecuador, pero no es así. Nuestras luchadoras, figuras en la élite universal de su disciplina, padecieron lo indecible para poder ganar sus preseas. Génesis conquistó el oro en la categoría de 76 kg tras vencer a la número uno del ranking mundial, Medet Kyzy, representante de Kirguistán. Yépez, apodada la Tigra, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de París, llegó a la final confirmando su sitial entre las mejores de su división a nivel global. En la pelea por el oro, Yépez se enfrentó a la japonesa Haruna Murayama, quien logró vencerla en cerrada contienda.
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Lo sucedido con nuestras luchadoras es un retrato del caos en que se hallan sumidos el antiguo Ministerio del Deporte, hoy sin autonomía y refugiado en una sección del Ministerio de Educación, y la Federación Ecuatoriana de Lucha, captada por una familia que está ligada a siniestros personajes del ámbito deportivo e intervenida desde hace cuatro años, sin poder regularizar su funcionamiento en lo nacional e internacional.
“Jamás estuvo ligado a la lucha”
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El origen de la anarquía y desorganización empezó con la ambición de un ‘dirigente’ llamado Johnny Zambrano Argüello, quien “jamás estuvo ligado a la lucha y no había visto en su vida una colchoneta”, conforme lo describió un dirigente. Se sabe que trepó a las esferas directivas de la mano de José Francisco Cevallos y de Pierina Correa y que ocupó funciones en la Federación Deportiva del Guayas. Un día reclamó un premio más alto y lo hicieron presidente de la Federación Ecuatoriana de Lucha. En esa entidad estuvo por dos periodos y cuando no pudo aspirar a la reelección decidió dejar en el cargo a un pariente suyo, llamado Randy Quevedo, elegido para el periodo 2021-2025.
Este nuevo directorio, reconocido por la exministra Andrea Sotomayor, fue cuestionado por clubes y deportistas de alto rendimiento, quienes enviaron una queja documentada a la Unión Mundial de Lucha (UWW, por sus siglas en inglés), máximo organismo de este deporte. La UWW no reconoció al grupo de Quevedo “por serias anomalías en la elección del directorio”.
El Comité Olímpico Ecuatoriano (COE) tampoco lo reconoció por impedirlo sus estatutos, pues no puede hacerlo con un directorio sancionado por una federación internacional. Quevedo y su grupo interpusieron una acción de protección que fue sentenciada a su favor, la que el COE debió cumplir, pero informó a la UWW que el cuestionamiento persistía por lo que la entidad mundial nunca reconoció a esa federación.
Palacios, Guschmer y Jiménez
Lo extraño es que los exministros del Deporte Sebastián Palacios, Andrés Guschmer y José David Jiménez siguieron entregando recursos a la Federación Ecuatoriana de Lucha pese a no existir internacionalmente y encontrarse suspendida. La Federación Mundial ha desconectado a la Federación Ecuatoriana de todas sus plataformas digitales, esto es, para la UWW no existe.
En mayo de este 2025 Zambrano Argüello decidió recuperar sus privilegios en la Federación Ecuatoriana de Lucha y armó una asamblea para que lo elija a él y su curioso grupo, en el que estaban para dirigir la lucha -un deporte de gran prestigio por sus logros internacionales- raros y extraños personajes por su ningún vínculo con esta rama deportiva.
Por ejemplo, Luis Zambrano, exdirectivo de pesas; Marisol Castro, actual presidenta de patinaje; Noelia Caicedo, exvicepresidenta de la Ecuatoriana de Atletismo, y Eduardo González Restrepo, colombiano que estuvo incrustado desde tiempo atrás en la burocracia del Ministerio del Deporte y que tiene un contrato firmado en enero de este año con la Federación Ecuatoriana de Patinaje como ‘técnico metodológico’ con $ 1.400 de sueldo. ¿Qué pretendían hacer en la Federación Ecuatoriana de Lucha? Aparte de la ambición, los unía un insólito nexo: todos fueron parte de la lista que encabezó Roberto Ibáñez, y que perdió las elecciones en el COE ante Jorge Delgado y Jefferson Pérez.
Zambrano Argüello llevó adelante su asamblea y él y su grupo fueron elegidos para el periodo 2025-2029, pero el Ministerio del Deporte encontró serias infracciones desde la citación a la asamblea, la convocatoria de clubes inexistentes y la suplantación de firmas de varios luchadores. El supervisor externo, Francisco Lee López, presidente de UWW América, expresó insuperables observaciones a las elecciones. El COE tampoco reconoció a la directiva y la UWW que persistió en suspender a la Ecuatoriana de Lucha, reconociendo al Comité Olímpico Ecuatoriano como el organismo facultado para representar a los deportistas.
Luchadoras, en la vereda
En agosto anterior, el ministerio intervino a la Federación. Zambrano planteó una acción de protección contra el Ministerio del Deporte ante un juez de Balzar y obtuvo un fallo favorable, que luego fue desconocido por carecer el juez de jurisdicción y competencia.
Así estaban las cosas cuando vino el Campeonato Mundial de Lucha en Zagreb, Croacia. El exministro (¿qué cargo ocupa ahora?), a través del interventor, entregó los pasajes a tres luchadoras y un entrenador, pero se encontró con que para pagar la acreditación de la delegación y los gastos de hospedaje y alimentación no contaba con autorización. El secretario general del COE, John Zambrano, advirtió al exministro Jiménez que el tiempo no daba para realizar las gestiones, pero el funcionario siguió adelante.
Reasco, Yépez y el resto de la delegación arribaron a Zagreb y el pasado domingo 14 de septiembre debieron permanecer fuera del hotel porque el antiguo Ministerio del Deporte no pagó los valores exigidos por el Comité Organizador. Jiménez -quien ofreció públicamente destituir a Delgado, Pérez y Zambrano- se comunicó con el secretario del COE para pedirle que dicho organismo pague los $ 9.000 y más que se debían a los croatas. El COE aceptó hacerlo el lunes 15. Se comunicó con Tin Bregovic, secretario general de la Federación Croata de Lucha, quien aceptó hospedar y acreditar a nuestros deportistas bajo el compromiso (se cumplió) del COE de pagar la suma que el antiguo ministerio no pudo cubrir.
“Sus atletas llevan horas esperando aquí en el centro de acreditación (…). Es una verdadera vergüenza que no se hayan asegurado de que su equipo tuviera todo preparado para este nivel de competición (…)“, escribió en tono enojado Tin Bregovic. El exministro Jiménez quiso hacerlo todo por su cuenta y fracasó. El COE, al que quiso decapitar para reemplazar a sus dirigentes por los que perdieron la elección, salvó a Ecuador de un bochorno internacional.
Mientras, con pundonor y clase Génesis y Lucía nos daban una medalla de oro y otra de plata, después de pasar horas en la vereda de un hotel esperando que las dejen hospedar, alimentarse y encontrar un lugar para entrenar. Así se maneja el deporte desde la esfera oficial. (O)