Primero: la FIFA no regala premios ni mete la mano, organiza, sí, el The Best, hace el recuento de votos y luego entrega el trofeo. Los votos son de los capitanes y entrenadores de las 211 selecciones del mundo. Cada gremio representa un 25% de la elección. A ellos se suman un periodista de cada país (otro 25%) y finalmente el voto de los aficionados vía Internet (un 25% más). Y se difunde el voto de cada uno. Todo transparente.