El Real Madrid-Eintracht Frankfurt por la Supercopa Europea puso en marcha este miércoles una nueva instancia tecnológica en el fútbol en ayuda del arbitraje: el offside semiautomático. Se trata de cámaras de alta precisión ubicadas en los costados del campo que enfocan 29 puntos en la humanidad de cada jugador (cabeza, hombros, codos, rodillas, pies, etc.) y marcan instantáneamente al VAR si un atacante está adelantado. El VAR simplemente constata esa señal de fuera de juego e informa al árbitro principal del campo. Es infalible, traza una raya que no deja dudas. No interviene el ojo del hombre y reduce el tiempo de observación.