El jueves nos pasó que terminábamos de ver España 5 - Francia 4, un espectáculo trepidante, fantástico, entre dos equipos que buscaban herirse de muerte, y a la hora nos volvió a la realidad sudamericana el espantoso Ecuador 0 - Brasil 0, más espantoso Brasil que Ecuador, por cierto. Nos planchó. Y el viernes nos terminó de aplastar el Colombia-Perú soso, insípido y sin situaciones de gol. En un solo partido de la Liga de Naciones de Europa hubo nueve goles; en los cinco juegos de nuestra eliminatoria se anotaron cinco. Inquietante.