Damián Díaz ya tuvo su oportunidad en la Selección (25 minutos en un partido de la eliminatoria rumbo a Qatar 2022 y dos veces ingresó al cambio en la Copa América 2021). En su momento, antes de que Díaz fuera convocado, se generó una polémica porque hubo mucha gente de fútbol -aficionados, periodistas, entrenadores- que estaba dividida por el eventual llamado. Algunos decían que era necesario que esté en la Tricolor; otros, como es mi caso, pensábamos que Díaz no debía ser citado por Gustavo Alfaro.

Dos años después aún pienso igual que en la ocasión en que dije que la Selección jugaba a velocidad de proyectil y el ritmo de Díaz era de carreta. En Ecuador hay una cantidad suficiente de futbolistas para evitar la convocatoria de jugadores -sean nacionales o nacionalizados- que han superado los 35 años de edad. El fútbol es un deporte de juventud, y si esta ya transcurrió, como lamentablemente sucede con Díaz, eso no implica que él no pueda jugar en su club. Díaz juega y jugará en Barcelona no sé hasta cuándo, pero a la Tri no debe ser llamado por Félix Sánchez Bas. Las velocidades ya no le dan a Díaz.

A partir de los 30 años ciertas capacidades futbolísticas empiezan a disminuir. Eso no significa que un futbolista se olvide de jugar. Pero con el nivel de dinámica que tiene hoy el balompié es preferible convocar a la Selección a elementos que saben jugar como lo hace Díaz, pero que además tienen condiciones universales para rendir en este deporte. Es decir, futbolistas rápidos, resistentes, fuertes, y también muy técnicos.

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Creer que un futbolista de 37 años (como Damián Díaz) solamente puede jugar desde el punto de vista de su técnica, o de su sentido de juego, ya es cosa de tiempos pasados. Un futbolista universal, y más si es de una selección, debe tener dinámica para desempeñarse durante 90 minutos. No son aceptables los que solo pueden jugar 10, 15 o 20 minutos, porque hoy los partidos bordean los 115 minutos y hasta 120.

‘El corazoncito por Díaz’

Está claro que el periodismo deportivo, especialmente el de Guayaquil, tiene su corazoncito. Pero el tema Damián Díaz no se trata del corazón sino de realidades, del presente. En Barcelona él ya juega poco tiempo por partido y necesita tomar descansos para volver a hacerlo. Respecto a Kendry Páez, yo estoy absolutamente a favor de los que creen que el joven de Independiente del Valle debe ser convocado a la Tricolor para la fecha FIFA de junio.

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Páez, con 16 años, ya quemó todas las etapas. Él ya jugó todas las categorías de divisiones menores, ya estuvo en un Sudamericano Sub-17, va a jugar un Mundial Sub-20, ha sido titular en muchos partidos de Independiente en la Liga Pro, y ya hasta debutó en la Copa Libertadores. Si el argumento de quienes se oponen a que Kendry Páez no tenga una oportunidad en la Selección absoluta es que debe quemar etapas, el futbolista guayaquileño ya las quemó todas.

Y si objetan la edad de Páez para que no esté en la Selección, deben entender que es un chico que ha sido bien llevado. Esa impresión tengo. Además, es uno de esos talentos que aparecen cada cierto tiempo. ¿Por qué entonces no convocar a Páez para jugar un partido o los dos de la fecha FIFA de junio? Incluso sería positivo llamarlo para que empiece a tener experiencia de Selección mayor. Eso es importantísimo. Podría tener minutos o no tenerlos, pero su desarrollo como futbolista sería favorecido si lo citan.

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Y si la controversia se origina en decidir si llamar a Díaz, de 37 años, o a Páez, de 16, evidentemente, al 100 %, creo que Félix Sánchez Bas debe convocar a Páez a la Selección. Honestamente lo digo: no resiste ningún tipo de análisis y tampoco hay un argumento válido para pedir que Damián Díaz vaya a la Tricolor en lugar de Páez. Este joven debe ir porque él es el futuro de la selección de Ecuador y del balompié nacional. (O)