Todos los títulos son importantes. Quien no valora ganar una Liga Conferencia de Europa que se corra y la deje para otro. Lo mismo pasa con la Copa del Rey, la Copa Italia, la Conmebol Sudamericana o una Recopa. Parecen torneos menores, pero ser campeón cambia el presente de los clubes, los mejora hacia el futuro, les da ánimo a jugadores e hinchas, cotiza al plantel y genera ingresos. Todo el ecosistema del club cobra un impulso positivo. Después de tres años convulsos y a pura pérdida, el Chelsea se regaló una goleada ante el Betis en la final de Polonia y redondea una temporada que pasó de discreta a aceptable al clasificar a Champions, y ahora de aceptable a buena al levantar el trofeo de esta nueva Liga Conferencia que lleva apenas cuatro ediciones.