El miércoles 2 de julio se cumplieron 17 años de la Copa Libertadores conquistada por Liga de Quito en el 2008, venciendo en la tanda de penales en la final a Fluminense con una destaca actuación de José Francisco Cevallos, en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Esteban Paz fue parte de quienes forjaron el proyecto que dio sus frutos y en diálogo con EL UNIVERSO reconoció la “marca imborrable” que significó haberlo vivido con su padre, Rodrigo (+).
“Fue uno de los momentos más intensos, más relevantes, fantásticos y hermosos que he vivido en toda mi vida. Aparte de la pasión, poder llegar a algo tan importante dejó una marca imborrable en mi alma, porque lo pude vivir con mi padre (Rodrigo)”, se sinceró Paz.
Publicidad
“Mi papá era la cabeza del proyecto, de hacerse cargo de Liga de Quito cuando era un equipo de media tabla, importante, sí, pero que trascendía poco. Mi padre nos enseñó a soñar y nos marcó el camino”, añadió.
Paz sostuvo que ya se habían estado preparando para ese momento. “En el 2006 tuvimos un equipo impresionante que pudo haber peleado más arriba. Con la llegada del Patón Bauza y un poco de suerte como se tiene que tener logramos esa tremenda hazaña", indicó.
Asimismo, valoró que el éxito no haya sido “fugaz”, ya que ese mismo equipo consiguió ganar luego una Recopa Sudamericana y la Copa Sudamericana al año siguiente. También participó en el Mundial de Clubes 2008 y jugó la final contra el Manchester United, que había ganado la Champions League.
Publicidad
Por otro lado, hizo énfasis en que haber ganado la Copa Libertadores trajo consigo una “dificultad”.
“El orgullo que muchos tenemos de tener esa copa en nuestras vitrinas también tuvo su dificultad. Todo el mundo nos mira como un campeón de América y las exigencias son mucho más altas. Somos los primeros fracasados cuando somos vicecampeones”, reconoció Paz.
Publicidad
Finalmente, el actual directivo de Leones FC, equipo que milita en la serie B de Ecuador, ponderó el mérito de haber hecho de Liga de Quito “el equipo más laureado del fútbol ecuatoriano” con 22 títulos: 17 nacionales y cinco internacionales.
“Ese es el gran orgullo que tenemos. Sesenta años tuvieron que pasar para mi padre, yo la mitad, pero siempre con mucho esfuerzo”, concluyó. (D)
