El nuevo título de Independiente del Valle en la Liga Ecuabet 2025 confirmó un fenómeno que ya no puede considerarse casualidad: el fútbol de Pichincha encadena cinco campeonatos consecutivos, una racha inédita en la era Liga Pro y que evidencia un cambio profundo en el mapa competitivo del país.

Desde 2020, cuando Barcelona SC conquistó su título más reciente tras vencer a Liga de Quito en la final, ningún equipo de la Costa ha vuelto a levantar el trofeo.

En su lugar, el dominio ha sido absoluto del fútbol capitalino. Independiente del Valle se consagró en 2021 y 2025; Aucas sorprendió y rompió paradigmas en 2022; y Liga de Quito regresó al protagonismo con un bicampeonato en 2023 y 2024.

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Barcelona SC y Emelec, lejos de su historia reciente

Mientras en Quito abundan los festejos, en Guayaquil los dos gigantes atraviesan uno de sus periodos más discretos en la última década. Tanto Barcelona SC como Emelec han tenido apariciones esporádicas en finales durante este lapso —el Ídolo en 2020 y 2022, el Bombillo en 2021—, pero ninguno ha logrado transformar esas instancias en títulos que reviertan la tendencia.

Católica se llevó un punto de Guayaquil tras empatar con Barcelona. Foto: API

La temporada 2025 volvió a ser el reflejo de ese declive. Barcelona SC, pese a haber competido arriba durante varios tramos del año, quedó nuevamente lejos del título. Con 64 puntos y ubicado en el tercer lugar, está a once unidades del campeón Independiente del Valle, por lo que su único objetivo restante es pelear por un cupo directo a la Copa Libertadores.

Emelec, en cambio, vivió un año aún más complejo. Su inicio de campaña fue dramático: varias jornadas en zona cercana al descenso, inestabilidad interna y bajo rendimiento colectivo. La llegada de Guillermo Duró logró estabilizar al equipo y sacarlo del peligro, pero no alcanzó para competir por el hexagonal del título. Hoy lucha en el segundo hexagonal —el que reparte cupo a Sudamericana—, donde es cuarto con 52 puntos, a cuatro de Macará, y momentáneamente fuera de toda clasificación internacional.

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El golpe en Copa Ecuador agrava el diagnóstico

El contraste se hizo más evidente en la Copa Ecuador. Barcelona tuvo una de sus eliminaciones más inesperadas de los últimos años: apenas disputó un partido y quedó fuera en dieciseisavos de final ante Cuenca Juniors, club que recientemente ascendió a Serie B y que, en aquel momento, seguía siendo de Segunda Categoría.

Emelec, pese a un desempeño más decoroso, también quedó en el camino. Fue semifinalista y estuvo cerca de eliminar a Liga de Quito en su propio estadio, pero cayó en la tanda de penales. Aun así, tampoco peleó por el título.

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El bombillo quedó eliminado de Copa Ecuador a manos de Liga, quedando así sin ninguna chance de levantar un trofeo este año. Foto: API

Tres causas de fondo, según Canessa

El irregular presente de Barcelona SC y Emelec no es, según Mario Canessa Oneto, un episodio aislado. Para el director de Radio Caravana y expresidente de River Plate Ecuador (hoy Guayaquil City), el deterioro del fútbol del Guayas es un proceso que se ha venido acumulando durante años y que responde a tres factores estructurales.

“El deterioro se ha venido cumpliendo por etapas”, afirma. El primer punto, sostiene, es la desaparición de dirigentes de gran nivel, especialmente en Emelec. “Ese tipo de conducción ya no existe, y eso se refleja en la pérdida de rumbo institucional”.

La segunda causa, según Canessa, es la desorganización financiera. Explica que los clubes no cuidan sus procesos internos ni sus presupuestos. “No hay una responsabilidad clara sobre el manejo económico. Esto lleva a que los equipos tengan déficit permanente. Los déficits tienen que ver en que se gasta más de lo que ingresa”.

El tercer elemento es la ausencia de un proyecto institucional que genere valor deportivo. Canessa señala que los clubes se sostienen únicamente por su marca, sin una estructura que produzca talentos o ingresos sostenibles. “Ellos no generan por su propia naturaleza, sino comercial, solamente comercial. Lo que Independiente del Valle, Liga y hasta el propio Aucas han generado vendiendo jugadores al exterior. Esa cantera está abandonada. Aquí es una suerte saber que un jugador juvenil de Barcelona o Emelec tenga procesos de selección, son muy poquitos”.

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Para el analista, el problema es aún más profundo: el modelo económico del fútbol guayaquileño está agotado. “La dirigencia no quiere entender que el sistema de cómo se manejan los flujos en el país ya no funciona. Deben llegar a un régimen societario deportivo. Tienen que permitir capitalización, controles de las autoridades fiscales y todo lo demás para conocer a ciencia cierta sobre qué están hablando. Eso no hay acá”. (D)