El chileno Paulo Díaz rescató a River Plate de una derrota el martes con un cabezazo en tiempo cumplido para sentenciar el empate 1-1 de visitante ante Athlético Paranaense por los octavos de final de la Copa Libertadores.

El equipo brasileño, diezmado por el coronavirus, con un arquero novato y reducido a diez jugadores en la última media hora, se había puesto en ventaja a los 58 minutos por intermedio de Guilherme Bissoli en el estadio el Arena da Baixada de Curitiba.

Justo al cumplirse los 90 minutos, llegó el empate de Díaz, en un tiro de esquina.

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El conjunto millonario, subcampeón de la edición pasada del certamen, quedó con sabor amargo, ya que no sacó provecho de las bajas de varios titulares que sufrió su rival, que encima jugó gran parte del segundo tiempo con diez jugadores por la expulsión de Reinaldo por doble amarilla.

Al primer enfrentamiento entre ambos por Libertadores, Athlético Paranaense llegó con ocho ausentes por coronavirus, entre ellos los dos principales arqueros, Santos y Jandrei, así como el mediocampista ofensivo Nikão, la figura del equipo.

La responsabilidad de defender el arco recayó sobre el novato Bento, que a los 34 minutos salvó un cabezazo del propio Díaz y minutos después un remate cruzado de Matías Suárez.

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Con los ingresos del colombiano Jorge Carrascal, Lucas Pratto y Julián Álvarez, River buscó darle otro vigor a su ofensiva. Pero el empate llegó de jugada de pelota parada que conectó el zaguero Díaz.

La revancha se jugará el próximo martes y el ganador se medirá en cuartos con Independiente del Valle o Nacional de Uruguay. (D)