Los hinchas son los principales protagonistas en una tertulia sobre clubes, jugadores, alineaciones inherentes al bendito y apasionado fútbol; en ocasiones, con argumentos demuestran saber más que los entendidos en balompié; no siendo doctos en materia deportiva creen que sus palabras son las más acertadas y de vez en cuando, con sonrisas, aceptan versiones de los comunicadores. Con esta hipótesis nos adentramos en una colosal línea defensiva del ídolo Barcelona; con alegría y sin debatir el hincha amarillo la aceptará como histórica; y nos enfocaremos en una acrisolada delantera emelecista, que los seguidores azules evocan como gloriosa.

¿Con qué nombre bautizaron a esa muralla defensiva de Barcelona? Con el apelativo de Cortina de Hierro y la integraron jugadores con tremendo oficio en marcaje y despliegue con el esférico. Ellos son Alfonso Quijano, Vicente Lecaro, Luciano Macías y Miguel Bustamante. En 1965, siendo DT el uruguayo José María Chema Rodríguez, estratega con oficio y sapiencia, tiempo en que antes y después en que algunas selecciones y equipos en el planeta fútbol aplicaban sistemas 3-2-5 o 4-2-4. El dueño de la posición 1 era el arquero y con el correr de los años los sistemas han variado de acuerdo con el nerviosismo de cada entrenador.

¿Qué virtudes técnicas engrandecían a esas exglorias canarias? El King Quijano, potente, recio y de inmenso espíritu vencedor; el Ministro Lecaro, solvente en su área, sereno y con una agilidad mental para el marcaje; el Pollo Macías, líder y capitán, de ejemplar anticipación, excelsa técnica y arengador cuando sus compañeros perdían la concentración; y Cortijo Bustamante, ingenioso para anular al rival y colaborar con sus delanteros, de buena anticipación y de un lenguaje en cancha que motivaba a sus compañeros. Una anécdota: Alberto Spencer recomendó a Lecaro para Peñarol y los directivos se hicieron los locos.

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La denominada Cortina de Hierro de Barcelona, bloque defensivo muy solvente integrado por Alfonso Quijano (i), Vicente Lecaro, Luciano Macías y Miguel Bustamante (+). En un homenaje en el 2019.

¿Con qué nombre bautizaron a la goleadora delantera de Emelec? Como los Cinco Reyes Magos y la conformaron implacables romperredes. Los arqueros y las mallas adversarias temblaban en cada juego. Ellos son José Vicente Balseca, Jorge Bolaños, Carlos Raffo, Enrique Raymondi y Roberto Ortega. En la década de los 60, en el elenco azul mandaba un 3-2-5; el técnico que construyó ese cuadro fue el genial y visionario Fernando Paternoster, exseleccionado y back centro argentino al que apodaban Marqués.

Qué virtudes tenían esos definidores millonarios. El Loco Balseca era rápido, gambeteador e imparable; el Pibe Bolaños, un genio con el esférico, inteligente, imprevisible y con una visión de crack, en él giraba el fútbol total; el Flaco Raffo, un baluarte en el área, letal en cada partido, con garra de líder y contundente en la definición; el Maestrito Raymondi, cerebral, de instinto rápido, ejemplar velocidad, seguro con el balón en los pies, preciso en los pases y en concretar; y el Pibe Ortega, zurda efectiva, potente, innato en atributos técnicos.

Una de las mejores delanteras de Emelec en su historia (Abajo): José Vicente Balseca (i) (+), Jorge Bolaños (+), Carlos Raffo (+), Enrique Raymondi y Roberto Ortega (+).

Insustituible. Otra anécdota: en el apasionante Clásico del Astillero la afición captaba que había rivalidad y boquillada entre Macías y el puntero derecho Balseca, al que siempre marcaba. En un partido, Balseca se corrió al centro y de perfil vio a Macías, y le dijo: “Qué haces aquí, ándate a la raya que allá es tu puesto. Y Macías contestó: ‘Cállate, loco de m’...". Con todos ellos compartí diálogos y en ocasiones rivalizamos en partidos o pichangas. Hoy solo nos acompañan Quijano, Lecaro, Macías y Raymondi. Los demás manejan el balón con brillantez en lo alto.

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Se dice que el fútbol es cambiante, estamos seguros. ¿Cuál es más alegre, vistoso, creativo y funcional para usted, el del ayer o el de hoy? (O)