Varios presidentes de las federaciones ecuatorianas por deporte y de otros organismos deportivos reaccionaron de diferente forma al conocer el decreto ejecutivo, firmado por el presidente Lenín Moreno, que deroga el Reglamento General a la Ley del Deporte del 2011 y pone en vigencia otro.

Sobre los cambios del nuevo Reglamento, Roberto Ibáñez, presidente de la Fedeguayas y de la Ecuatoriana de Judo, señala: “Me agrada. Me parece muy bueno y de mucha ayuda para aclarar cosas que estaban medio ambiguas”.

“Se establecen normas de gobernanza básicas para conocer cómo hacer una asamblea, quién la convoca, cómo la convoca, cómo se instala, quién la dirige. Con ello se asegura de que ya no haya conflictos que siempre se dan”, agrega.

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El directivo indica que ahora “las elecciones (de las ecuatorianas por deporte) deberán hacerse tres meses antes de la culminación del mandato. Así se asegura una transición tranquila y con toda la información del caso. Antes se hacían el mismo día que terminaba el mandato y provocaba que los organismos estén varios meses sin directorio, sin inscribir, apelaciones, etc.”.

“Se define el régimen laboral de los empleados de los organismos deportivos bajo el Código de Trabajo. Se establece un procedimiento para los sumarios. Antes, uno no sabía cómo sancionar. No se tenía un procedimiento y se cometían abusos. Ahora el juzgador y el que está siendo juzgado saben cómo se debe actuar”, agrega.

‘Se estatiza’

Para el presidente de la Ecuatoriana de Atletismo, Manuel Bravo, con el nuevo Reglamento “abren la posibilidad de poner a cualquiera. Ahora ser dirigente deportivo es pecado y no valorado. Pese a ser un voluntario, no es reconocido, están matando al deporte. Ser dirigente es una carrera ad honorem, así cualquiera puede comandar el deporte entonces”.

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Bravo indica que se busca el control total. “Desde cualquier punto no hay autonomía en los organismos deportivos”.

El directivo nacional agrega que “más fácil es decir que mueran las federaciones, que según la Procuraduría, son organismos de derecho privado y que ahora son sometidas al control del Estado en todo o casi todo y encima a no ser reconocidos, porque ellos son los que dicen ser los gestores del deporte. Con esto mejor maten a las federaciones”. (D)