“Perdimos por un gol de pelota parada”, es la excusa que utilizan los técnicos para dar a entender que en realidad no fueron superados por el rival. Como si la pelota parada fuese un tema menor. Y como si no formara parte del juego. Incluso un saque lateral bien hecho, rápido, con sentido, puede dar la victoria a un equipo. Hasta el mínimo detalle importa. El FC Barcelona es el club que ha jugado el mejor fútbol de la historia a través del ballet de Pep Guardiola, sin embargo, una pelota parada está estampada en su historia con un balancín de 200 toneladas. Es el gol de Ronald Koeman en la final de la Copa de Europa de 1992. Con él se abrazó de verdad a la gloria, con él perdió el club catalán su virginidad europea. Ya estaban en tiempo suplementario y esa bola quieta le dio la maza para romper el partido contra la Sampdoria.