Es una pena y da mucha tristeza que en este momento nos enfoquemos en estas disputas dirigenciales dentro de la Federación Ecuatoriana de Fútbol cuando deberíamos enfocarnos en salir de la emergencia sanitaria. Lo que necesitamos como país ahora es la unión y no este tipo de cosas que afecta a la imagen del fútbol y del directivo ecuatoriano.

Como gente de fútbol siempre hemos resuelto diferencias a la interna, si había algún problema no se lo ventilaba, se resolvía entre el grupo, con el entrenador, con la dirigencia, porque al hacer públicos esos temas el desprestigio es fuerte, y eso es lo que ha sucedido en este caso, porque ya se conoce que las discrepancias en el directorio estaban ahí.

Se esperaba un cambio en la Federación con la nueva directiva, en el papel todo iba bien, pero no se lo ha podido plasmar. Se habló del proyecto 2030, pero no sabemos si esto se podrá dar porque cada uno por su lado será complicado. (O)