En una operación tipo James Bond, trajes oscuros, camisas blancas, anteojos negros, cuatro abogados del Paris Saint Germain depositaron el 3 de agosto de 2017 un cheque del Qatar National Bank por 222 millones de euros en la sede del FC Barcelona. Lo pusieron sobre la mesa y se llevaron a Neymar da Silva Santos Júnior, quien obró como una belleza despampanante que se va del brazo de sus captores, contenta con ellos.