Publicidad
La valentía pasmosa de Mendoza le habría permitido conducir, sin inmutarse, un bólido a 300 km por hora si hubiese sido piloto de F1.
Publicidad
¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?
Es comprensible que se intente aprovechar el efímero tiempo de vida de las alianzas legislativas, pero hay que aceptar que la desesperación es mala consejera.
Publicidad