Japón inauguró su Mundial de rugby con una colorida ceremonia, en la que mostró su cultura e historia, y una victoria amplia en el primer partido del torneo contra Rusia (30-10), aunque fuera un triunfo menos lucido de lo esperado.

El equipo local fue detrás en el marcador casi todo el primer tiempo, y solo un try a falta de un minuto para el descanso del wing derecho Kotaro Matsushima, que marcó tres de los cuatro de su equipo, permitió a Japón llegar al descanso con ventaja de 12-7.

Antes de ese segundo tiempo más brillante de los japoneses, en que anotó 18 puntos frente a un equipo ruso entregado al cansancio, el país asiático, a un año de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020, enseñó su cultura e historia al resto del planeta, en la ceremonia de apertura.

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Richie McCaw, uno de los exjugadores más emblemáticos neozelandeses, agarró la Copa Webb-Ellis y atravesó con ella un mar que recordaba la gran ola de Kanagawa, célebre estampa del pintor Hokusai, especialista del ukiyo-e, movimiento artístico japonés del siglo XIX.

Richie McCaw [AFP]

 

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El capitán de los All Blacks campeones del mundo de 2011 y 2015 la depositó en una columna y la dejó echándole un vistazo cómplice.

Poco después, el príncipe Akishino declaró inaugurado el Mundial.

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Tras ese festejo de la ceremonia, las celebraciones japonesas se tomaron un descanso en el primer tiempo del debut de su selección en el partido del Grupo A ante Rusia.

Pero en la segunda mitad, a los dos tries de Matsushima en el primer tiempo, Japón añadió rápidamente en el segundo un penal de Yu Tamura (44) y un try del tercera línea de origen sudafricano Pieter Labuschagné (46) para alejarse en el marcador.

Con los rusos rendidos, Matsushima hizo valer su velocidad para anotar su tercer try (69) y el cuarto de su equipo, lo que aseguraba un punto de bonificación a los locales.

Rusia solo fue capaz de marcar un penal en el segundo tiempo por medio de Yury Kushnarev (61). 

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Japón, que participó en los ocho anteriores Mundiales, sueña con hacer historia y superar por fin la primera fase, sobre todo tras la esperanzadora campaña en Inglaterra-2015.

Hace cuatro años, ganó tres de sus cinco partidos, a Samoa, Estados Unidos y sobre todo a la bicampeona del mundo Sudáfrica (34-32), pero no le fue suficiente para acceder a cuartos.

Para Rusia, sin posibilidades en un grupo que completan Irlanda, Escocia y Samoa, este es su segundo Mundial, tras Nueva Zelanda-2011, donde quedó quinto y último de su grupo.

El torneo se presenta como uno de los más abiertos en la historia, ya que participan al menos cinco o seis equipos capaces de impedir que los favoritos de Nueva Zelanda conquisten un tercer título consecutivo, que constituiría una hazaña sin precedentes. (D)