Se dio el día de ayer, tres pibes: Juan con el número (3), José (5) y Pedro (7), no pasaban de 12 años, se sentaron en una grada de la cancha número trece de la Ciudad Deportiva, vestían sus respectivos uniformes de entrenamiento, eran las 14:30 y su práctica empezaba a las 15:30; sin que ellos se dieran cuenta de mi presencia entablaron una conversación a su estilo, palabras propias leídas en el diccionario y tantas otras fuera del argot de Carreño, pero eso sí bien comportados.