Cerrada la primera fecha de la Copa América, nuestros títulos serían: “Brasil sin Neymar, terrenal”, “La Colombia de Queiroz, una maza”, “Uruguay: que pase el que sigue”, “Pobre Messi con esta Argentina”, “Ecuador, ausente sin aviso”. ¿Y Chile…? “Apareció el bicampeón”. El estreno chileno fue con trompetas: 4 a 0 a Japón y, más importante que los goles, recuperando viejas sensaciones, aquellas de las dos copas seguidas ganadas en 2015 y 2016. Fue un retorno con sonrisas de la vieja guardia. Cuando los jugadores salen y alientan a quien los reemplaza, cuando se felicitan después de una buena jugada y sonríen como niños tras un gol, significa buena vibra, camaradería, unidad, comunión futbolística. Eso se le notó a la Generación de Oro en el Morumbí de San Pablo en la goleada sobre Japón.

 

Un partido raro, valga subrayarlo, pues Japón tuvo casi tantas ocasiones de gol como Chile, no su eficacia frente a la red. Pero ese es problema de Japón. Chile hizo un partido redondo, seguramente el mejor de la era Reinaldo Rueda en el año y medio que lleva en la patria de Salas y Zamorano. Doblemente celebrado ya que se esperaba menos de La Roja y arrancó la Copa a todo tren.

Publicidad

Imprescindible hacer un poco de historia. Al asumir Rueda, prensa y público le exigieron una renovación, sobre todo depurar el plantel “que había tirado la Eliminatoria”, limpiar la Selección, erradicar malos hábitos, roscas internas, camarillas, caudillajes, etcéteras varios. También, al parecer, se lo sugirieron los directivos. Rueda pasó más de un año buscando nuevos talentos, probó mucho y se topó con la chatura del fútbol local, sin figuras, y con escasa figuración de los chilenos que actúan en el exterior. Hasta Alexis Sánchez lleva mucho tiempo entre sombras en Inglaterra. Medel salió del Inter para el Besiktas turco, Claudio Bravo jugó un sólo partido en toda la temporada en el Manchester City. Casi todos así. La excepción: Arturo Vidal, de buen presente en el FC Barcelona, muy activo. Sucedió que se vino la Copa América encima y Rueda no tuvo más alternativa que volver a convocar a los viejos leones, que tampoco son tan veteranos.

Los únicos ausentes son Claudio Bravo, pues Carla Pardo, su guapísima esposa, hizo graves denuncias sobre el plantel durante la última Eliminatoria: “Se iban de fiestas e incluso no entrenaban de la borrachera que llevaban. A quien le quepa el sombrero que se lo ponga y que se deje de andar llorando”, escribió en Instagram. Obviamente, dejó desacomodado a su marido, a quien los compañeros le pidieron desmentirla. Bravo, entre Carla Pardo y Vidal, obviamente eligió a Carla Pardo. Y el vestuario le hizo la cruz. Ningún técnico lo convocaría, le estallaría una guerra. El otro es el cerebral Marcelo Díaz, el sabio, figura estelar del Racing campeón en Argentina. Al Chelo lo acusan sus colegas de ser “el sapo” del vestuario, filtrando intimidades al periodismo. Se lo hicieron saber a Rueda: “Acá no lo queremos”. No obstante, Díaz dedicó anteayer una arenga muy sentida a todo el plantel, apoyándolos. Muy lindo, “pero acá no entra…”

Resultado: fueron los únicos bicampeones ausentes en este intento de tricampeonato. Rueda aprovechó la volada y en lugar de Bravo, casi un año y medio inactivo, puso a Gabriel Arias, arquero argentino de Racing también, de muy buen presente y que posee la doble nacionalidad. Por Díaz incluyó a Erick Pulgar, centromedio del Bologna de Italia de excelentes condiciones y con asidua llegada al gol. Pulgar ya fue campeón de América en el torneo anterior, no es extraño al camarín. Marcó con un potente cabezazo el primer gol ante el cuadro asiático.

Publicidad

Y Chile volvió a parecerse al Chile bicampeón. Con Isla, Medel, Beausejour, Aránguiz, Vidal, Fuenzalida, Eduardo Vargas, Alexis, Jara en el banco. Muchos buenos elementos. Fue un equipo dinámico, veloz y contundente en ataque. Todo el saldo es promisorio y esperanzador. Hasta Alexis, volviendo de dos lesiones que lo tuvieron varios meses sin jugar, reapareció justo ante Japón, lo hizo bien, marcó un gol y aguantó 82 minutos. Eduardo Vargas, hombre de extraña trayectoria -pasa inadvertido en sus clubes y es un goleador implacable en el equipo nacional, anotó dos veces y llegó a 38 goles con La Roja, igualando a Marcelo Salas. Quedó sólo a cinco del máximo artillero, Alexis, quien suma 43.

Tan buen debut coloca a Chile en el grupo de los aspirantes al título junto a Brasil, Colombia y Uruguay. Y todo indica que su parábola en el torneo será ascendente. Es el próximo rival de Ecuador el viernes en Salvador de Bahía.

Publicidad

La prensa chilena maltrató a Reinaldo Rueda en estos dieciocho meses al frente. Esta vez no hizo mención al técnico. De la renovación que le reclamaban no se volvió a hablar. Ahora sirve el técnico caleño, un notable preparador con credenciales impecables, harta experiencia, serio, trabajador, que nunca ha tenido problemas con sus dirigidos y es especialista en selecciones. Las críticas no son privativas del medio chileno, en todos lados el público y los medios creen saber más que el técnico.

El 0-4 puede llevar a pensar en una pésima actuación japonesa. No fue así, discutió el desarrollo del juego de tú a tú, pero no estuvo feliz en la definición. Entre los 13 nuevos convocados de Japón para esta Copa América llegó Take Kubo, 18 años cumplidos el 4 de junio, llamado con todo acierto “el Messi japonés”, por su tremenda habilidad, su rapidez y una zurda eléctrica. Le faltó el gol, no obstante, dejó óptima impresión. Un 10 explosivo, vertical, de inmenso futuro, que habla perfecto español, pues es un producto de La Masía; jugó más de tres años en el FC Barcelona, que lo dejó ir, y hace una semana fichó por cinco años con el Real Madrid. “Es un error imperdonable", aseguran entrenadores que lo tuvieron en el club catalán. “Uno de los talentos más brillantes de la última hornada de la cantera, tenía el ADN blaugrana totalmente integrado en su juego, era uno de los nuestros. Un jugador de perfil clarísimo para el primer equipo”. Todo lo que mostró ante Chile concuerda con esa apreciación. Estamos frente a una enorme promesa del fútbol. (O)

Tan buen debut coloca a Chile en el grupo de los aspirantes al título junto a Brasil, Colombia y Uruguay. Y todo indica que su parábola en el torneo será ascendente. Será rival de Ecuador".