Pascal Ackermann, velocista alemán, se impuso en el sprint al colombiano Fernando Gaviria y logró su segunda victoria de etapa en el Giro de Italia 2019, ayer en Terracina (centro).

Tras una jornada de 140 kilómetros marcada por la lluvia, que obligó a neutralizar los últimos 9 km de la etapa, y por el abandono del holandés Tom Dumoulin, uno de los aspirantes al triunfo final que había sufrido una fuerte caída en la víspera, el esloveno Primoz Roglic mantuvo la maglia rosa de líder de la competencia.

En un sprint lanzado en el último kilómetro Gaviria atacó a 250 metros para la meta y solo Ackermann aguantó la rueda del colombiano, para superarlo por escaso margen en la misma línea de llegada.

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Mientras, el ecuatoriano Richard Carapaz (Movistar Team), vencedor el martes pasado de la cuarta etapa del Giro, arribó en el lugar número 68, pero su puesto en la clasificación general no cambió (16º) y sigue en la tropa de élite de la tradicional prueba.

Además, el ciclista carchense se alista para intentar mejorar en ese escalafón al aprovechar varias de las rondas del Giro que se avecinan porque tendrán tramos en subida, los que son su especialidad.

Hoy se corre la 6ª etapa, la más meridional y una de las más largas de la edición número 102 de la prueba, con 238 km entre Cassino y San Giovanni Rotondo, finalizando con la subida a la Coppa Casarinelle, de 15 km de ascenso a un desnivel del 4,4% de media, aunque la cima está a casi 20 km de la meta.

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La lluvia fue tan intensa que los organizadores decidieron descartar los tiempos para la llegada en Terracina antes del circuito final de 9 km para evitar el tipo de accidente visto el martes. Esa caída provocó que el pelotón se rompiera a la mitad a falta de 6 km para la meta, permitiendo que Roglic sacara valiosos segundos sobre sus adversarios. (D)