El principal beneficio de las zancadas es fortalecer los cuádriceps e isquiotibiales y además tonificar los glúteos. Este ejercicio es ideal también para ponerse en forma y ayuda a combatir la celulitis en las piernas, favoreciendo la creación de músculo, asegura Josnell Gazzotti, instructor del gimnasio Taurus de La Joya.
Antes de explicar cómo se hacen las zancadas es importante advertir lo fundamental que es una buena técnica de ejecución, porque el estrés al que se pueden someter las rodillas con los movimientos de este ejercicio es elevado.
“Apoyar incorrectamente los pies y las rodillas al hacer el ejercicio, o desplazar el cuerpo hacia adelante, puede pasarnos factura a largo plazo dañando seriamente nuestras articulaciones”, indica el entrenador.
Cuando flexionamos la rodilla hay que procurar no pasar la punta de los pies y con la otra pierna no tocar el suelo. “También es muy importante mantener el cuerpo recto, no inclinarlo hacia adelante ni hacia atrás porque perderás el equilibrio y no obtendrás buenos resultados, señala.
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Todas las zancadas son fijas o estáticas y con pliometría, que son saltos con desniveles para mejorar la fuerza del tren inferior.
Se realizan en posición hacia adelante, atrás y laterales. En todas las variantes puedes optar por realizar series alternas (una pierna y luego la otra) o series seguidas (la misma pierna hasta completar un número de repeticiones, y luego la otra). (D)