Jugar en Madrid el partido de vuelta de la Copa Libertadores es “raro”, aseguró ayer el atacante de Boca Juniors Carlos Tévez, quien deseó que los incidentes ocurridos hace dos semanas en Buenos Aires no se repitan el domingo.

“Es una final medio rara. Como jugador creo que es importante no perder el foco porque es una final de Libertadores. Pero jugar en Madrid un River-Boca... es raro”, aseguró el Apache en zona mixta tras el primer entrenamiento Xeneize en Madrid.

“Las sensaciones son buenas y estamos contentos de estar aquí. Hay que agradecerle al pueblo español por recibirnos”, dijo el delantero de 34 años, con un exitoso paso en Europa.

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“No era lo que estamos acostumbrados y lo que nadie quería. Por el bien del fútbol sudamericano creo que no es bueno, pero tocó lo que tocó”, opinó el volante Fernando Gago.

En su caso, será un reencuentro con la que fue su casa durante sus cinco temporadas en el Real Madrid. “Siempre es lindo volver a donde viví y reencontrarme, hablar, me ha hecho muy bien”, afirmó.

El encuentro de vuelta entre los dos grandes rivales porteños, que empataron 2-2 el 10 de noviembre en la Bombonera de Boca Juniors, se aplazó tras los incidentes ocurridos alrededor del estadio Monumental de River el 24 de noviembre.

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Aficionados ultras de los millonarios lanzaron piedras y gases lacrimógenos al bus de los jugadores de Boca cuando llegaron al estadio.

Tévez, testigo directo de esos incidentes, espera un ambiente mucho más distendido el domingo en el estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid, donde se disputará la segunda vuelta de la superfinal a partir de las 14:30 (Ecuador). “La gente sabe que aquí mucho no se puede joder”, aseguró. (D)