El quinto título mundial de Fórmula 1 que se aseguró hace diez días en México no le ha quitado el hambre a Lewis Hamilton, quien aterrizó en Sao Paulo –donde hoy se disputa el penúltimo Gran Premio de la temporada– pensando en el campeonato de constructores para Mercedes y decidido a ponerles muy difícil la competencia a las nuevas generaciones.

“Honestamente, esta última semana ha sido muy extraña, creo que aún no asimilé que fui campeón”, afirmó el piloto británico durante una conferencia de prensa en la capital financiera de Brasil, auspiciada por uno de sus patrocinadores.

“Quizás sea porque todavía quedan dos carreras y un título en juego para mi equipo. Este año trabajé muy duro para ganar el campeonato de constructores y tengo la mente puesta en eso. Es lo que todavía me despierta por las noches”, dijo en Sao Paulo.

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Con su cuarto puesto en México, Hamilton no solo logró su quinto título mundial de Fórmula 1 –después de coronarse en 2008, 2014, 2015 y 2017–, sino que logró igualar también el palmarés del mítico argentino Juan Manuel Fangio.

Por delante del ecléctico piloto británico de 33 años –que compareció en el acto con unas grandes gafas redondas y varias joyas doradas– solo queda el alemán Michael Schumacher, dueño de siete coronas.

Hamilton tiene hoy la ventaja pues saldrá desde la primera posición en el Gran Premio de Brasil luego de firmar ayer el mejor tiempo en la sesión de clasificación. (D)