Como preparador físico Duffer Alman alcanzó la condición de figura pública por sus exitosos pasos por la Selección, cuando Dusan Draskovic y Francisco Maturana la dirigían. Además, fue parte del cuerpo técnico que condujo en 1994 a Emelec a la coronación nacional y al subtítulo del 2006. Pero antes de eso Alman era una leyenda del deporte del colegio Vicente Rocafuerte, como futbolista y atleta multicampeón entre 1969 y 1974. Por ese pasado vicentino el ahora docente de la Facultad de Educación Física de la Universidad de Guayaquil dice, en una entrevista con este Diario, que le ‘apena’ que la institución que fue potencia y cuna de deportistas esté en declive. Para quien presidió la Asociación de Estudiantes del Vicente Rocafuerte la debacle tiene culpables, pero también habla de posibles soluciones.

¿Como vicentino qué siente al ver el estado del deporte de ese tradicional colegio?
Me da mucha pena porque los alumnos del colegio merecen mejor suerte. Siempre que yo iba a los escenarios deportivos me acostumbré a ver a mi colegio como el mejor. Es muy lamentable la situación actual, no solo como vicentino sino al comprobar cómo el deporte nacional está perdiendo muchos valores. Se educan ahí casi 6.000 alumnos y hay material humano para sacar figuras deportivas de nivel nacional e internacional. Como hombre de deportes creo que hay que seguir protestando para que esto cambie y poder darles la mano a tantos jóvenes que están esperando salir adelante.

¿A qué cree que se debe la pérdida de calidad como potencia deportiva?
El Vicente Rocafuerte siempre fue un colegio líder en el aspecto deportivo. Era una tradición decir ‘Donde hay
una VR hay un campeón’. Ese liderazgo se consiguió gracias a deportistas extraordinarios. Fundamentalmente el declive se debe a los cambios drásticos en el manejo educativo en la provincia, que ha perjudicado el desarrollo deportivo. Influye también negativamente que
ya no existan en los colegios profesores de Educación Física especializados en un deporte determinado. En los colegios se pueden descubrir a atletas que tienen las capacidades, pero necesitan a un profesor que los descubra y los lleve
a los centros de desarrollo deportivo para que en ellos alcance un nivel alto.

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¿A quién se responsabiliza?
Se debe a los cambios en las directrices educativas. Retrocedemos en lugar de avanzar. Con tanto problema social si no le damos espacio a la actividad deportiva y lúdica esos problemas terminarán por ganarnos la batalla.

En el caso del deporte del Vicente ha sido más fácil destruir lo que con esfuerzo se construyó por décadas.
Indudablemente. En este tema uno de los elementos que han contribuido son los distritos. (Subsecretaría de Educación del Distrito de Guayaquil). Yo he tenido la oportunidad de visitar algunos distritos y veo que los manejan gente que
es muy joven a los que no les gusta la actividad deportiva, aparentemente. Consideran que la parte intelectual es la más importante, y estoy de acuerdo en eso. El ser humano debe darle prioridad a la parte congitiva, pero también debe dársela al desarrollo motor. Necesitamos que el alumno estudie, pero que tenga a la actividad deportiva como un complemento. El tiempo libre debe utilizarlo positivamente.

¿Es posible o imposible revivir al Vicente como una potencia deportiva?
No creo que sea imposible. Se necesita que los medios, como este Diario, empujen para que cambie esta situación. Así las autoridades gubernamentales, a la larga, van a corregir un error mortal que no solo afecta al deporte estudiantil sino al nacional, porque los talentos están en las escuelas y en los colegios. Y si ahí no se practica deporte, ¿cuándo va
a ser? En las universidades es mucho más difícil. El colegio es la cuna de los verdaderos atletas y el ejemplo lo fue el Vicente Rocafuerte. Yo tuve la suerte de ver nadar en la piscina vicentina a Jorge Delgado Panchana. Era un verdadero fenómeno. Los deportistas están allí, pero en estado pasivo. Hay que descubrirlos en los colegios, y además trabajarlos con profesores capacitados.

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¿Cómo descubrir a esos deportistas vicentinos si a la piscina le recortaron las medidas oficiales, a la cancha de fútbol le pusieron césped sintético, al coliseo de básquet le quitaron la duela y ya no hay gimnasio de boxeo y judo?
Todo eso es nefasto. En primer lugar debe haber una infraestructura para que el deportista lleve a cabo su trabajo y con gente capacitada. Pero si esa infraestructura no existe, lógicamente será difícil. Yo sé la realidad del colegio; nuestra infraestructura tenía ciertas deficiencias, pero se podía corregir y mejorar, pero no reducirse. A la piscina, que
era reglamentaria, le quitaron carriles y le redujeron las medidas que eran oficiales. ¿De qué estamos hablando? Ahí sí hay un problema grave. Hay que insistir para que las autoridades rectifiquen ese error. La piscina debe volver a tener su tamaño normal para que de ella se beneficien muchísimos niños y jóvenes.

¿Educativamente no es anormal que no haya entrenadores enrolados?
El profesor de Educación Física debe abrazar una actividad deportiva. El alumno debe hacer educación física, pero se debe tener claro que debe complementar eso con la actividad deportiva. A quienes
les gusta el fútbol, básquet, judo, karate, natación, o tenis de mesa hay que ayudarlos con profesores capacitados y con conocimientos para que se desarrollen en los deportes. Así nacen los verdaderos atletas y los verdaderos campeones que dieron origen al lema ‘Donde hay una VR hay un campeón’. Esos deportistas del colegio pasan a las federaciones provinciales, después a las nacionales y serán quienes luego van a representar a Ecuador a nivel mundial.

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¿Por qué cree que ya no existe el nexo deportivo entre el colegio y LDE?
Creo que la Liga Deportiva Estudiantil se separó del Vicente. Recuerdo a José Yagual (entrenador), quien trabaja para las dos entidades. Tuve la suerte de jugar por el colegio y LDE. Siempre hubo ese nexo, pero ahora ya no existe el vínculo deportivo y es negativo para el colegio. (D)

Cuando a Frank Granja lo nombraron rector, me alegré porque es una persona positiva. Lo que pasa es que los distritos no dejan que el rector tenga el espacio para manejarse y tomar decisiones sobre lo que realmente se debe hacer. Si eso cambia y le dan oportunidades, Frank lo hará muy bien Duffer Alman, exdeportistavicentino