La selección argentina se entrenó ayer por la tarde por primera vez en suelo ruso, luego de aterrizar el pasado sábado por la noche en Moscú, y lo hizo bajo la atenta mirada de Enzo Pérez, el último en llegar a la concentración como sustituto del lesionado Manuel Lanzini.

El entrenamiento, que en principio debía estar abierto para la prensa los primeros 15 minutos, finalmente se realizó a puertas cerradas debido a la lluvia, ya que el cuerpo técnico decidió ejercitarse en una cancha auxiliar para cuidar el campo principal, según confirmó un responsable de prensa.

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La Albiceleste, con Lionel Messi al frente, realizó ejercicios físicos de baja intensidad y se divirtió jugando al futvóley en su primera jornada en el Bronnitsy Training Centre, en el sureste de la capital rusa.

Los jugadores y el cuerpo técnico, con el entrenamiento ya iniciado, fueron saludando uno a uno a Pérez, que siguió atentamente todo el entrenamiento, según informó la Asociación del Fútbol Argentino.

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El volante de River Plate, de 32 años, completó la nómina de 23 futbolistas de Jorge Sampaoli, que ya prepara su estreno el 16 de junio ante Islandia.

El 21 se medirá a Croacia y el 26 cerrará su participación en el Grupo D ante Nigeria.

“Ahora debo despertar un poco del sueño”, dijo Pérez al canal TyC Sports.

“Lamentablemente, entro por la lesión de un compañero. Quiero desearle lo mejor para la recuperación”, agregó el centrocampista.

Lanzini, quien se iba a estrenar en un Mundial en Rusia, se lesionó de gravedad su rodilla derecha el pasado viernes.

Mañana se prevé que Argentina se entrene con presencia de público luego de que decenas de curiosos se dieran cita en su llegada. Uno de ellos es Agustina Murúa, de 24 años, quien viajó más de 6.000 kilómetros a dedo desde Copenhague para ver el ómnibus en que se movilizaba el equipo. (D)