Por Mario Canessa

El tema del cuándo designarlo ha pasado a segundo plano. En el proceso para buscar al nuevo DT no se consideró si era conveniente ficharlo después del Mundial de Rusia, cuando probablemente existirá un abanico de opciones. Por ejemplo, cuando se contrató a Reinaldo Rueda, para la selección ecuatoriana, luego de su participación como DT del seleccionado de Honduras en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, no se tomó en cuenta algo que pasa ahora: que incorporar al nuevo conductor de la Tricolor sea una atribución y responsabilidad de la directiva de la FEF que rija el mandato 2019-2023.

Esto pensando que en enero del próximo año deben realizarse las elecciones en la Ecuafútbol, postura que suena bastante lógica porque en el caso de que existan nuevos directivos, estos recibirían un cuerpo técnico escogido por una administración anterior. Y además por una razón de peso: recién a mediados del 2019 se disputará la Copa América en Brasil y el correspondiente ahorro que se conseguiría al nombrarlo en febrero de 2019. El salario es cantidad importante que de acuerdo con Carlos Villacís redondea los $ 3 millones anuales.

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Al final la Comisión de Selecciones resolvió iniciar el proceso de escoger con base en el análisis del perfil, incluyendo varios parámetros. También se conoció que de unos 15 concursantes se decidió que una terna sea conocida y aprobada por el directorio, además de una consulta y anuencia de los presidentes de los clubes del país. Método inédito, que aunque muestra ser de carácter inclusivo y con rasgos de socialización, no es menos cierto que trae consigo algunas dificultades, creyendo que habrá dirigentes de clubes que no desearán ser corresponsables en la designación del entrenador de la Tricolor.

De lo que se conoce, los principales requisitos o filtros que impuso la Comisión son: 1) No ser DT ecuatoriano. 1) No ser técnico extranjero que dirija a un equipo en el campeonato nacional. 3) Que tenga experiencia en manejo de selecciones. 4) Que acepte que su grupo de trabajo incorpore como asistente a un ecuatoriano. 5) Y que esté dispuesto a aceptar la propuesta de máximo $ 3 millones anuales.

Lo que se desconoce es si la Comisión de Selecciones de la Federación, aparte de conocer las carpetas de los postulantes y haber elegido a tres, tuvo contacto con ellos para comentarles las condiciones y conocer también si están dispuestos a seguir jugando en la altura de Quito, o de la obligación de incluir a su grupo de trabajo a un asistente ecuatoriano.

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Pero al margen de esas diferencias, sería importante conocer si la tan mencionada comisión seleccionadora desarrolló un análisis de la personalidad de los candidatos. Y hago hincapié en este requisito por los acontecimientos que se hicieron públicos, en pleno desarrollo del Mundial de Brasil, con el DT Rueda. Y por todo lo que nos hemos enterado que sucedía a la interna de las selecciones con Gustavo Quinteros, o con Jorge Célico, y otros eventos impresentables como cuando el ecuatoriano Sixto Vizuete aparentemente dirigía a nuestra selección mayor.

Con estos antecedentes, y remitiéndome a las pruebas, es importante que el nuevo DT no sea solo una lumbrera en el pizarrón, ni un valioso estratega, o un gran entrenador en cancha, aspectos que se debe aspirar a que los tenga; pero creo que a estas alturas es requisito sine qua non conocer los antecedentes sobre el manejo de grupos entregados a su mando y que tenga la capacidad de identificar plenamente la idiosincrasia de nuestros deportistas.

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Por ello insisto que no es fácil encontrar al más buscado. Por eso la tarea requiere mucha responsabilidad por lo que se pueda perder. Y no solo me refiero a lo económico de esta operación, sino al perjuicio que generaría al fútbol de nuestro país nuevos fracasos en torneos internacionales, tales como la Copa América 2019 y las eliminatorias al Mundial de Catar 2022.

Aunque la lista de los tres preselecionados se la ha querido manejar con reserva, al menos hasta que el directorio lo conozca, se ha filtrado a la prensa que los nominados serían Jorge Luis Pinto, de nacionalidad colombiana, que no clasificó a Honduras al Mundial 2018, pero tiene a su haber hecho un gran torneo en Brasil 2014 con Costa Rica, a la que clasificó a cuartos de final. Y de su paso por Ecuador, en el equipo El Nacional, se recuerda que duró muy poco por malos resultados.

Víctor Manuel Vucetich, con menos referencias por nuestros lares, es un mexicano que tiene una carrera intensa y exitosa en clubes de su país, mientras que en la selección azteca duró un mes, siendo removido del cargo. Lo conocen como el Rey Midas por haber conseguido cinco campeonatos de liga y cuatro Copas de México. En el combinado mexicano se conoce que la presión mediática, debido al mal funcionamiento del equipo, obligó a su salida.

También, con más insistencia se habla de Ricardo Lavolpe. El argentino ha sido promovido publicitariamente, tanto así que él ha comprometido el nombre del ecuatoriano que podría ser su asistente, me refiero a Álex Aguinaga. Lavolpe, polémico a más no poder, tiene una carrera llena de episodios conflictivos, cruces verbales con sus colegas, prensa y en varias oportunidades fue señalado por su pésima relación con sus jugadores. Él estuvo como candidato hace poco para DT de Chile, pero declaraciones de futbolistas de ese país debilitaron su candidatura. Por ejemplo Francisc Arancibia dijo: “Es una persona cerrada. No se puede hablar con él, porque siempre tiene la razón”.

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Gerardo Martino es un nombre que no necesita presentación por su amplio recorrido y porque cumple con la mayoría de los requisitos para ser seleccionador nuestro. Lamentablemente tiene contrato vigente en la MLS y esa relación laboral la piensa cumplir hasta fin de año, lo que le impediría comprometerse, de acuerdo con los plazos que ha determinado la comisión.

La FEF nos ha puesto a hablar sobre un tema delicado, que trasciende por las consecuencias que puede traer una buena o una mala decisión. Cuentan los expertos en management (gestión de empresas) que los buenos resultados llegan por tomar la decisión correcta y acertada. Para ser correcta requiere cumplir pautas como la ortodoxia y la lógica del proceso, y la acertada es que usando esas pautas, además sale bien.

Johan Cruyff, el genial futbolista holandés, repetía que en el balompié no era necesario correr tanto. Que se debe jugar con el cerebro, debes estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado; ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Parafraseando a Cruyff, la FEF debería seguir el consejo que para encontrar al DT adecuado no puede andar corriendo tanto, debe hacer lo adecuado y hacerlo ni demasiado pronto, pero tampoco demasiado tarde. (O)