Ney Raúl Avilés es uno de los jugadores ecuatorianos que tuvo el privilegio de vestir las camisetas de Emelec y Barcelona. La Turbina habla sobre su participación en ambos equipos y lo que significa ser parte de un encuentro de este nivel.
Avilés jugó su primer clásico con Emelec en 1986. “La hinchada azul estaba un poco triste porque el equipo no salía campeón y las cosas no se daban. El equipo venía con horas muy bajas, pero aun así fue un partido emocionante”, refirió Avilés.
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La Turbina expresó que los goles que marcó en ambos equipos tienen el mismo “sabor”, sobre todo, si eran en un Clásico del Astillero, aunque le resulta difícil describir los goles que anotó. “Todos los goles que le hagas a tu rival en un clásico, así sea con los ojos cerrados, siempre serán emocionantes”, contó Avilés, al tiempo de añadir que la gente disfrutaba cuando en esos partidos no había incidentes ni agresiones.
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Avilés indicó que durante su época de jugador una de las mejores canchas era el estadio Modelo (ahora llamado Alberto Spencer Herrera). “Cuando se jugaban los clásicos, uno de los estadios en el cual uno se sentía cómodo era el Modelo”, dijo el exfutbolista.
Para el exdelantero, tanto Emelec como Barcelona ponen mucho su esfuerzo y garra cuando se disputa un Clásico del Astillero. “No existen ni aciertos ni errores”.
Recordó que el año pasado Barcelona era el favorito en el Monumental (último clásico del 2016), pero Ángel Mena estuvo inspirado y ayudó en el triunfo 2-0 para los millonarios.
El guayaquileño, de 51 años, recordó que tuvo la oportunidad de compartir cancha con grandes jugadores en Barcelona como Carlos Alfaro Moreno, Manuel Uquillas, Carlos Muñoz (+), Agustín Delgado. En Emelec con Juan Carlos de Lima, Jesús Cárdenas, delanteros que para Avilés fueron letales. “Tuve el privilegio de jugar con grandes goleadores”, añadió.
Avilés ve como positivo que ahora en un Clásico del Astillero solo asistan hinchas del equipo local para evitar problemas antes o después del compromiso. “Existen personas que se hacen llamar hinchas y lo único que hacen es desprestigiar y vender una falsa imagen de querer o amar a su equipo”.
Expresó que la preparación de un Clásico del Astillero en la actualidad es más científica. Antes era mentalizado a ganarlo, sin embargo, para la Turbina un clásico es la misma lucha de ambos equipos por la búsqueda de los tres puntos. Agregó que las horas previas al duelo siempre hay un poco de tensión porque son rivales que se conocen, y otro factor que influye es el estado de ánimo de cada jugador, y eso el adversario lo puede llegar a notar. “Si hay algo que le pone emoción al clásico es la prensa, porque hace vibrar a la gente”, estimó Avilés.
Sobre los últimos clásicos, Avilés indicó que Emelec es uno de los punteros por su individualidad; en cambio, Barcelona es una caja de sorpresas; contra Atlético de Medellín (por la Copa libertadores) los toreros mostraron un buen nivel de juego. “Este partido (hoy) será muy cerrado, puede finalizar en un empate”, anticipó. (D)
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Copas América
Raúl Avilés surgió en el fútbol profesional con Nueve de Octubre; luego jugó en Emelec, Barcelona, Liga (P) y Santa Rita. Participó en las Copas América de 1987, 1989, 1991 y 1993.