Simone Biles también falla. Y eso es noticia porque desde que irrumpió en el circuito profesional no se tenía constancia. Ayer fue bronce en la viga de equilibrio y no será primera en conseguir cinco oros una misma edición de los Juegos Olímpicos, el único desafío que ha osado resistirse a la mejor gimnasta del mundo.

La victoria, que ya se daba como cierta para la estrella, se la llevó la holandesa Sanne Wevers, mientras que la plata fue para la también estadounidense Lauren Hernández.

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Nadie había sido mejor que Biles hasta ahora en Río. En todos los aparatos que tocó, arrasó, tantas veces como hiciera falta. Con la excepción de las barras asimétricas, su ejercicio maldito al que entierra con sus notas estratosféricas en el resto del gimnasio.

Pero en la Arena Olímpica hubo una noticia inesperada: a Biles también la puede desequilibrar la presión.

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Más dubitativa que en sus dos paseos anteriores por la viga, donde siempre fue la primera, sus pequeñas imprecisiones al comienzo del ejercicio habría podido presagiar una catástrofe para cualquier, menos en ella. Pase lo que pase, Simone siempre cae perfecta en la colchoneta y con una enorme sonrisa.

Hecho añicos
Pero su explosiva fuerza la traicionó esta vez, después de un mortal hacia adelante del que aterrizó sobre la pierna izquierda. Tras unas milésimas de segundo en las que pudo pasar lo peor –la imagen de la campeona en el suelo–, se reequilibró con el brazo y continuó hasta el final, aunque con el récord hecho añicos.

Volvió a acabar exacta el ejercicio, pero la sonrisa duró menos. En el abrazo con su entrenadora no hubo llanto, sí decepción. Tampoco facilitó el trago que la siguiente en competir fuera la elegante holandesa Wevers, quien llevaba días destacando en el tapiz de Río gracias a su finura y expresividad de otra época.

Con su buena nota (15,466), la holandesa puso nombre a lo que todo el mundo sabía, pero nadie se atrevía a decir aún: Biles (14,733) se quedó sin su cuarto oro consecutivo. Al final, solo su compañera de equipo, la joven Hernández (15,333), se interpuso entre la reina y la holandesa. El show de Simone aún no ha acabado en Río de Janeiro. (D)

15,691
puntos para campeón

El gimnasta norcoreano Ri Se-Gwang conquistó el oro en la final de salto ayer. El ruso Denis Abliazin fue plata, con 15,516. Bronce logró el japonés Kenzo Shirai, con 15,449.


en final de anillas

El gimnasta griego Eleftherios Petrounias logró oro con 16,000 puntos. Plata fue Arthur Zanetti, de Brasil, con 15,766. Tecero Denis Abliazin, de Rusia, con 15,700 puntos.