Silencio y miles de hinchas tomados de la cabeza, con gesto de desazón, fue la reacción de los aficionados del Independiente cuando el jugador Orlando Berrío, anotó el gol para el Atlético Nacional de Medellín, a los 35 minutos.

Pero el desconsuelo duró poco, ya que luego de un par de minutos después del tanto, los aficionados comenzaron a saltar en el repleto estadio de Sangolqui y a corear: “¡¡¡Dale Independiente, dale...!!!”.

El escenario, con capacidad en sus tribunas para 10 mil personas, recibió a 12 mil esta noche, ya que las autoridades del Municipio del cantón Rumiñahui, ubicaron hinchas en la cancha del escenario para que puedan seguir el partido a través de cuatro pantallas gigantes.

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Sin importarles el frío, los hinchas soportaron 45 minutos de pie en las gradas. Estaban muy animados por el entusiasmo de la Barra del Rey y también por la banda musical del Municipio de Rumiñahui, que alegraba con sus notas de manera constante.

Los aficionados, dejando sonar sus pitos y lanzando globos y serpentinas se entretenían durante el encuentro. Dentro de la cancha, los hinchas, en su mayoría mujeres y niños pequeños estaban resguardados por miembros de la Policía que se apostaron en sitios estratégicos del estadio para dar seguridad a los aficionados.

Los policías realizaban un estricto control para impedir que ingresen al estadio personas con aliento a licor. La custodia fue más fuerte cuando alguien intentaba ingresar con alguna botella de alcohol. (D)