Max Verstappen nació en Bélgica pero es holandés. Hay que grabarse esto porque a futuro, cuando se hable mucho más de él que en esta semana, el dato eliminará la posible confusión acerca del origen del piloto que se convirtió en el más joven en la historia de la Fórmula 1 en ganar una carrera. 

Para hacerse una idea de cuán brillante puede ser su futuro, bastaría con saber que este chico, el primer holandés en subirse a un podio de la Fórmula 1, apenas tiene 18 años, o que debutó el año pasado con la escudería Toro Rosso, que es como se diría en el fútbol, la escuela de formación o la filial de la poderosa Red Bull. 

Sería suficiente también decir que este chico ya conducía un Fórmula 1 a los 17 años y ‘volaba’ por los circuitos a grandes velocidades, incluso antes de tener licencia de conducir en su país para manejar un auto normal por la ciudad.

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Pero por si fuera poco, Max Verstappen es el joven al que experimentados pilotos y periodistas comparan con los legendarios Michael Schumacher y Ayrton Senna.

Su nombre, tras ganar el domingo pasado el Gran Premio de España, figura en estos días en el primer lugar en los buscadores de internet. Hace doce meses su aparición en las pistas generó rechazo, pero acabó demostrando por qué la escudería italiana lo eligió.

Max, hijo del expiloto holandés Jos Verstappen (corrió 106 carreras de la F1 entre 1994 y 2003, logrando dos podios), apenas tenía un año de experiencia compitiendo en la Fórmula 3 cuando dio el salto a la máxima categoría del automovilismo, la más exigente, la de más velocidad. Antes solo participaba en el karting.

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Pero un año le bastó para silenciar unas cuantas voces y haber dejado abiertas unas cuentas bocas, incrédulas ante su gran evolución.

“Absolutamente fantástico, calculado a la perfección. Simplemente sigue impresionando”, dijo el británico David Coulthard, expiloto de F1 y comentarista de la BBC, cuando describió el adelantamiento de Max sobre el mexicano Sergio Pérez (Force India) en Brasil, la temporada anterior.

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“Yo lo comparo con Michael Schumacher y Ayrton Senna. Pienso que a pesar de que está comenzando, es tan bueno como ellos”, añadió Eddie Jordan, quien fue dueño y director de la escudería con la que debutó el piloto alemán en 1991.

El expiloto escocés Allan McNish resaltó dos características que definen los adelantamientos de Verstappen. “Primero, que todos fueron muy cerrados, pero ninguno salió mal. Y segundo, que siempre fueron bajo control, no hubo bloqueo de ruedas o salidas de pista a pesar de que fueron al límite”.

Ya el año pasado, con la ‘filial’ de Red Bull, Max estuvo muy cerca del podio. Llegó a ubicarse dos veces en el cuarto lugar, primero en Hungría y después en Estados Unidos. Puntuó en 10 competencias y este año en tres más, antes de pasar al equipo estelar, con el que se bautizó cruzando antes que todos la línea de meta, viendo por primera vez la bandera a cuadros de la F1, confirmando su potencial para iniciar una nueva era.

El 29 de mayo volverá a la acción, en Mónaco. (D)

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Verstappen tiene una excelente percepción del espacio, un tacto especial sobre los límites de su auto y el de sus rivales.Allan McNish, expiloto de F1