Alejandro Burzaco, expresidente de Torneos y Competencias, deberá esperar más de un mes antes de volver a comparecer ante las autoridades de Estados Unidos. La siguiente audiencia fue fijada para el próximo 18 de septiembre. El empresario de 51 años todavía no jugó la carta más importante que tiene y que seduce al tribunal de Nueva York que lo investiga: la información.

El argentino integra el grupo de nueve funcionarios pasados y actuales de la FIFA y cinco ejecutivos de marketing deportivo acusados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de utilizar al fútbol en beneficio propio a través de sobornos por más de $ 150 millones durante 24 años.

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“El aporte a la causa que hicieron tanto el estadounidense Chuck Blazer (exsecretario general de la Concacaf) como el brasileño José Hawilla (dueño de la empresa Traffic) fue fundamental para que pudieran mejorar su situación legal mediante la figura del arrepentido. Claro que para acogerse a esa condición debieron declararse culpables. Algo que, por ahora, Burzaco no hizo”, dijo ayer diario La Nación.

Mientras, Clarín, otro rotativo de Buenos Aires, indicó que “las negociaciones con la Justicia estadounidense siguen su curso. Tarde o temprano, Burzaco tendrá que hablar de las coimas” a funcionarios de la Conmebol para obtener los derechos exclusivos de las ediciones 2015, 2019 y 2023 de la Copa América y de la edición conmemorativa del 2016.

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“De sus palabras, depende su futuro”, señaló Clarín de Burzaco (socio de los arrestados Hugo y Mariano Jinkis, de la empresa Full Play, dueña de los derechos de TV de la selección de Ecuador)”. Agrega que “una fuente que conoce el proceso judicial” reveló que Burzaco “aceptaría haber ordenado el pago de sobornos para torcer voluntades de dirigentes de la FIFA y Conmebol”. (D)