Ecuador registra una tasa de reciclaje de celulares que aún es modesta frente al número de aparatos que anualmente salen fuera de servicio. Dentro del mercado móvil se estima que cada año se dejan de usar cerca de 2 millones de dispositivos, pero no todas esas unidades terminan en el reciclaje.

Los aparatos y accesorios recolectados a través de campañas e iniciativas de las operadoras no superan las 100.000 unidades cada año. La cifra se desprende del número de teléfonos y accesorios recuperados, entre los que se incluyen baterías, cargadores, pilas y otros.

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Movistar, por ejemplo, ha recopilado 74.271 dispositivos y accesorios por medio de su programa Recíclame, que se inició en el 2009. Eso equivaldría a casi 25 mil unidades por año. Mientras que Claro, que arrancó sus campañas en el 2006, ha obtenido resultados variables.

En el 2009, la operadora del grupo América Móvil recicló 28 mil equipos en las más de 70 ánforas que instaló en varios puntos del país. En cambio, en el 2011 la compañía acopió 50.484 unidades de accesorios, según consta en su Informe de Responsabilidad Social.

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Por su parte, la estatal Corporación Nacional de Telecomunicaciones ha divulgado que desde junio del año pasado hasta el 31 de diciembre recuperó algo más de 1.100 unidades en una campaña de reciclaje.

A través del reciclaje, según especialistas, se busca recuperar materiales que pueden ser usados como materia prima en la fabricación de otros productos. Además se reduce la contaminación producida por estos desechos en el ambiente. Lo reciclado se desensambla, clasifica y separa para su envío a países como Canadá que procesan desechos electrónicos.

Roberto Aspiazu, de la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones, indica que en el país todavía no hay una cultura de reciclaje desarrollada, pues el consumidor suele guardar sus dispositivos y no los deriva inmediatamente al acopio. “La gente no es que está dispuesta a librarse así no más de los teléfonos, sino cuando no le sirven y para ello pasan periodos largos”, asevera.

Con bajos índices, las autoridades buscan ahora impulsar el acopio. Por un lado, el Ministerio de Ambiente ha fijado una política para el reciclaje de celulares y, por otro, el Comité de Comercio Exterior estableció la posibilidad de aumentar el cupo a la importación de celulares si se cumple con una tasa de recolección.

Así, las empresas obtendrían un cupo por 2,5 teléfonos reciclados. Bajo esa modalidad podrían entrar hasta 342.049 aparatos nuevos, pero para ello se deberían recopilar más de 850 mil unidades, considerando la tasa de reciclaje.

Johanna Rosales, gerenta técnica de Vertmonde, compañía involucrada en el reciclaje de residuos electrónicos, sostiene que la recolección de esas unidades llevaría algunos años y se requeriría de campañas intensivas de difusión para concienciar a la población.

Además, cree que es necesaria una red amplia de recolección, así como mucho control de parte de las autoridades ambientales para evitar el reciclaje informal de estos residuos.

Jorge Mateus, gerente comercial del grupo Calderón y representante de Belmont Trading Company, que también participa del reciclaje de desechos electrónicos, considera que para fortalecer la cultura de reciclaje se debe seguir uniendo esfuerzos para lograr que el consumidor que guarda sus equipos en desuso, los recicle.