Aunque tienen difícil desbancar a los bombones, uno de los regalos más recurrentes el día de San Valentín, la fiesta de los enamorados imprime más que nunca su sello anglosajón con dulces como las cupcakes o los cake pops, que irrumpen con fuerza en las pastelerías españolas con su versión más romántica.
Las brochetas o los ramos de gominolas, los macarons franceses o los pasteles de bizcocho rojo red velvet son otras de las tendencias que acaparan este año la oferta pastelera para conquistar el paladar de los enamorados.
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Los artesanos del dulce buscan así darle una vuelta a las tradicionales propuestas de San Valentín, dominadas por los bombones y las clásicas tartas en forma de corazón, con dulces pequeños, asequibles y vistosos que hagan quedar bien al novio o novia sin un excesivo desembolso económico.
Las magdalenas americanas con cobertura de azúcar, que puso de moda la serie Sex and the City, se presentan como una alternativa a buen precio y especialmente atractiva para las parejas jóvenes.