La reconocida empresaria colombiana Vanessa Navarro Durán llegó la semana pasada a Guayaquil a presentar Zlimmy, su línea de ropa femenina moldeadora, en un desfile que se desarrolló en el Centro de Convenciones Simón Bolívar.
Desde su habitación en el hotel Hilton Colón y con el fuerte y convincente tono de voz que usa en la televisión, sostiene que su “sensibilidad por la moda” la ha tenido toda la vida, y que hace cuatro años este “sueño” comenzó a moldearse con el propósito de “ayudar a las mujeres a verse mejor”.
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Además de la moda, a Vanessa le cautiva la belleza. Eso explica por qué a lo largo de 24 años de trayectoria en comerciales de televisión se ha enfocado en promocionar productos como la baba de caracol para las manchas en la piel, geles, parches o fajas para moldear el cuerpo.
Las bondades de este último producto forman parte de su colección, ya que como ella misma explica, “te hacen ver más delgada, estilizan tu figura, resaltan tus cualidades y esconden tus defectos”.
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A sus 40 años, la Reina de las televentas, –como se la conoce en la televisión– cuenta que creció rodeada de mujeres que querían transformar su apariencia. Su madre es la cosmetóloga colombiana Stella Durán, quien lidera 8 centros estéticos en Colombia y 3 en Ecuador. “Ella se dedica a que la mujer se vea mejor; ese fue el ejemplo con el cual yo crecí”.
Siguió sus estudios en estética, pero cuando ganó 30 kilos luego de su primer embarazo y logró perderlos con el uso de un parche reductor, advirtió que esa rama estaba destinada para ella. “Mi gran pasión, más que los centros de estética, era la belleza a nivel masivo”.
Fue así como hace 23 años fundó Intermarketing Express, una empresa que cuenta con 600 empleados en Colombia, 200 en Ecuador y comercializa los más de 150 productos que ha vendido a través de la pantalla de televisión.
Pero su labor no termina allí. Esta emprendedora y perseverante mujer va detrás de lo que se propone: que sus productos estén muy presentes en Latinoamérica, Estados Unidos, España, Holanda, Japón y hasta Rusia.
Solamente se ha detenido cuando su faceta materna lo ha requerido, porque para ella lo primero es ser mamá.
Ahora que sus dos hijas son mayores de edad y que su esposo, el empresario colombiano Diego Prada, con quien lleva seis años de casada, la acompaña donde quiera que va, ella asevera que no se detendrá hasta que su línea de ropa moldeadora Zlimmy, que cuenta con alrededor de 200 productos, entre vestidos interiores moldeadores, camisetas reductoras o leggings levanta glúteos, lideren el mercado femenino.
A Vanessa Navarro le es posible saber qué espera una mujer de una prenda porque, pese a no haber estudiado diseño de modas, ella las inventa partiendo de sus necesidades individuales.