La historia de la infidelidad de la que fue víctima Adriana Sánchez, la Bomba, por parte de su novio, no solo convulsionó al mundo de la prensa rosa local, sino que llevó a la modelo y presentadora a sufrir un preinfarto que la mantuvo varios días en el hospital.
El caso de ella es el de muchas mujeres y hombres que son víctimas de un engaño amoroso, afirma la psicóloga Norma Murillo, quien dice que la manera en que se enfrente este tipo de situaciones dependerá de la personalidad de cada cual y de su autoestima.
Publicidad
En Durán, en la ciudadela Primavera 2, una mujer publicó en casi todos los postes de luz de esa zona un comunicado de advertencia en el que se podía leer: “(...). Soy la segunda víctima de este maldito hombre, no creas que vas a gozar, porque te pasará lo mismo que a mí. Firma: Una mujer burlada”.
El impacto de un engaño amoroso es proporcional a la forma en que la víctima cree que su pareja le pertenece. Es ese el error más grande, añade Murillo, y explica que los miembros de una relación suelen pensar que existe algún grado de propiedad con respecto a su compañero o compañera.
Publicidad
En caso de que se descubra una infidelidad, la persona que fue engañada debe entender que el mundo no se acabará. “Es difícil afrontar una traición y el amor propio juega un papel determinante en ese momento”, afirma el terapeuta familiar Diego Cárdenas.
Nada de escándalos, aconseja el especialista. “Los espectáculos que suelen formar las personas traicionadas –como el de la mujer de Durán– solo son un reflejo del miedo a la soledad, a la incertidumbre, a no saber qué ocurrirá después y al terror al qué dirán”, dice.
Un receso en la vida sentimental es necesario después de una traición, sugiere Paola Romos, también terapeuta. Ella dice que la persona se debe tomar un tiempo para sanar el dolor y entrar en una etapa de reflexión. En este periodo, la persona tendrá que acudir a quienes la escucharán y serán un apoyo, y deberá alejarse de aquellos que se burlan de su situación, que también los hay, añade Romos.
En este tiempo de redes sociales, es necesario cortar todo vínculo que aproxime a la persona que fue infiel con la víctima del engaño. Esto para evitar encontrarse con comentarios de cómo le va a la expareja, y bajo ninguna circunstancia, el afectado debe permitirse revisar los perfiles de su expareja en la web, agrega.
Si una persona no valora a otra dentro de un compromiso sentimental, es preferible dejar a un lado esa historia, emprender un nuevo camino y de ninguna manera pensar en que se puede volver a intentar una historia luego de un engaño, refiere Cárdenas.
Tania Cáceres, psicóloga, no está de acuerdo con él. Ella considera que si una persona falló pero demuestra arrepentimiento, tiene derecho a una segunda oportunidad. Eso sí, aclara, es preciso buscar ayuda, pues el engaño genera traumas en la víctima y la desconfianza puede volverse un tema descontrolado en la relación.
Señales que hablan
“En una relación la entrega de amor es voluntaria. Nace espontáneamente y si no fluye el afecto, la persona debe notar esta señal que le dirá que algo está mal en la vida de pareja”, sostiene Murillo.
Sin embargo, aclara que no siempre esta frialdad desemboca en engaño, sino que a veces se relaciona con una situación con la que la otra parte está en desacuerdo, como la forma de actuar de su pareja. Esto se soluciona mediante una constante comunicación, concluye.
“Es difícil afrontar una traición, y el amor propio juega un papel determinante en ese momento”.
Diego Cárdenas,
Terapeuta