QUITO
.- Los representantes de la clínica Cotocollao, clausurada el pasado sábado por supuesta condición antihigiénica, deslindaron responsabilidades en la muerte de un neonato y rechazaron el cierre, dispuesto por el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Ayer, en una rueda de prensa, en la que no se aceptaron preguntas, Virginia León, administradora de la clínica, presentó documentos con los que intentó desmentir las supuestas malas condiciones con las que funcionaba el centro, donde el 8 de enero pasado murió un neonato presuntamente por una infección bacteriana.

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Precisó que la causa del fallecimiento del recién nacido fue por su bajo peso e inmadurez pulmonar, lo que generaron un paro respiratorio, producto de un crítico embarazo de gemelos y no por una infección bacteriana, como trascendió a la opinión pública.

Agregó que de los otros cuatro neonatos que fueron llevados al hospital Baca Ortiz para ser examinados y comprobar su estado, tampoco están infectados con ninguna bacteria, según ella, por los resultados de los exámenes realizados.

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León expuso un documento del MSP en el que constan estadísticas de los nacimientos atendidos en la casa de salud: de los 172 alumbramientos producidos de enero del 2012 hasta la fecha, solo uno ha muerto. "Todas las madres atendidas fueron por embarazos críticos (...) y las complicaciones conllevan a falta de madurez pulmonar, infecciones y aumento del riesgo de mortalidad al nacimiento".

Hasta el momento no existe ningún reporte oficial de las autoridades sobre los resultados de la inspección realizada durante el operativo de cierre.

Quienes sí han dado sus opiniones son los moradores del sector. María Guachamín recordó que hace meses unos parientes tuvieron problemas con una sutura realizada en la clínica. Sin embargo, para una dueña del negocio de la zona, el trabajo del centro de salud es bueno y siempre fue una alternativa ante la alta demanda en el hospital público Pablo Arturo Suárez.